Gran descontento. Padres de familia y docentes de la institución educativa N° 11016 Juan Mejía Baca salieron a protestar nuevamente.
Su malestar fue dirigido a la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh). A través de un plantón frente al Palacio Municipal demandaron la culminación de la obra de remodelación de dicho plantel.
Indicaron que la demora perjudica a 600 escolares, que actualmente están obligados a realizar sus clases en malas condiciones.
Los manifestantes criticaron la falta de diálogo por parte de la alcaldesa, Janet Cubas Carranza, para un mejor entendimiento sobre el problema.
Hay dos momentos en que la obra quedó paralizada. En junio del año pasado porque el expediente técnico presentaba fallas. La intervención comenzó en marzo y debió en un plazo de cuatro meses.
Aunque se levantaron las observaciones, esto ha sido insuficiente, pues hace una semana el contratista dejó los trabajos, debido a la falta de pago por parte de la unidad ejecutora que es la comuna de Chiclayo.
Está pendiente un desembolso de S/ 2 millones por concepto de valorizaciones.
Cabe indicar que el presupuesto total, de más de S/ 6 millones, para la ejecución fue otorgado por la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC).
“Los más perjudicados son los alumnos porque el local que ocupan actualmente tiene mala ventilación, el desagüe está colapsando y hay presencia de zancudos”, detalló la subdirectora del colegio, Danitza Salazar Aguirre.
Este centro estatal, ubicado en el pueblo joven José Olaya, alberga a escolares, cuyas familias de escasos recursos económicos no cuentan con más medios para garantizar su educación. Ellos provienen de la La Pradera y de los sectores ubicados a lo largo de la prolongación Francisco Bolognesi.
Salazar exhortó a las autoridades regionales a poner más énfasis en este tema, porque se trata del futuro de niñas, niños y jóvenes.
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Gerente general de la MPCh responde
La gerente general de la MPCh, Merly Berríos Rodríguez, afirmó que sí están dispuestos al diálogo con los representantes del colegio.
Sostuvo que el problema es generado por la propia ARCC, ya que esta entidad no cumple con transferir el presupuesto para pagar las 3 valorizaciones pendientes de esta obra.
“Estamos en constante comunicación con ellos y con el ministerio de Economía. Sabemos que el actual local no es bueno y por eso estamos coordinando con Epsel y el Colegio de Alto Rendimiento para reubicar y que no se pierda la presencialidad”, anotó.
Dijo entender la molestia de los padres y profesores, pero enfatizó que la situación es más compleja, pues el proyecto debió culminar el año pasado. “Esto sucede por expedientes técnicos mal formulados, no se tuvo en cuenta la necesidad de la población”.
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