Los alrededores y en algunos casos los frontis de un gran número de centros educativos de la región Lambayeque se han convertido en botaderos de basura, que a simple vista cualquier turista pensaría que se encuentra parado en las pampas del distrito de Reque.
El gerente regional de Educación, Ulises Guevara Paico, mostró su incomodidad ante la acumulación de residuos sólidos en la periferia de los colegios, lo cual atrae moscas, mosquitos y gallinazos que afectan demasiado a los escolares, pues los insectos no solo ingresan a las aulas de los planteles, sino también invaden las áreas administrativas y no dejan laborar tranquilamente a los docentes.
Ante esta situación, Guevara Paico indicó que ya ha solicitado a las autoridades locales que realicen la debida limpieza y así los escolares puedan estudiar tranquilamente, ya que ellos son el futuro del país, además responsabilizó de todo el panorama que se ve y los olores nauseabundos a la misma población que vive cerca a los colegios.
“Nosotros estamos pidiéndoles a los alcaldes que por favor nos ayuden con la limpieza, pero qué podemos hacer con las costumbres de los pobladores que arrojan la basura y especialmente buscan a las instituciones educativas para botar los desperdicios. Eso es inhumano, en esas escuelas está el futuro de todo el Perú y los padres de familia y los pobladores no entienden eso, ese es el gran problema”, enfatizó.
RESULTADO NEGATIVO. De la misma manera, el funcionario de Educación dio a conocer que el mayor número de planteles que se han convertido en botaderos de basura se hallan en el distrito de José Leonardo Ortiz, seguido de la provincia de Chiclayo.
Entre ellos, está la Institución educativa de nivel secundaria San Lorenzo, allí el lugar de acopio de basura es al frente, donde está el cruce de las avenidas Panamá y Mariano Cornejo, lugar al que llegan varias personas a dejar los desperdicios orgánicos e inorgánicos, así como desmonte que traen en triciclos.
De igual forma, la IE Nº 10823 José Leonardo Ortiz, ubicado en el distrito que lleva el mismo nombre, la escuela 10042 Monseñor Juan Tomis Stack, Augusto Salazar Bondy de la urbanización Quiñones, Fe y Alegría, el N° 10824 del pueblo joven San Nicolás, el centro educativo 371 Fanny Abanto de Chiclayo, entre otros que están rodeados de basura. Lo peor del caso es que algunos de los recicladores han empezado a quemar los residuos en esos lugares y el humo no solo afecta al medio ambiente, sino también a los alumnos y a quienes residen por la zonas de cada colegio.
“Nosotros qué podemos hacer, ya nos cansamos de decir que está prohibido de arrojar la basura en esos lugares, lo único que podemos hacer es que al interior de cada institución educativa esté correctamente limpio. Cada director ha hecho las coordinaciones con los padres de familia para limpiar los alrededores, pero limpiamos hoy y al día siguiente está sucio de nuevo. Especialmente en el colegio Ampliación Fanny Abanto es inhumano lo que hacen los pobladores porque ven limpio y denuevo arrojan la basura”, sostuvo.
El funcionario también señaló que el Gobierno Regional de Lambayeque - GRL, con su maquinaria pesada está apoyando en el levantamiento y arrojo de la basura hacia el botadero ubicado en las pampas de Reque, pero la limpieza dura solo unas horas, debido a que luego la gente empieza con lo mismo sin tener conciencia del daño que se hacen ellos mismos y a los demás.
“Ojalá que las autoridades especialmente los alcaldes nos apoyen y los mismos pobladores también, que respeten dónde estudian los niños que son el futuro del país y que no arrojen la basura allí. Hace falta una cultura de limpieza porque por más que nosotros hemos capacitado y seguimos capacitando con apoyo de la ONG Calidad de Vida, no hacen caso y hasta hemos coordinado con los padres de familia, alumnos y profesores, pero ya qué podemos hacer si no hay apoyo”, agregó.
LIMPIEZA. Un docente que labora en el distrito de La Victoria dijo que en su zona la autoridad edil Anselmo Lozano Centurión, está aplicando la táctica de tres días de recojo de basura orgánica y otros tres días de inorgánica y lo bueno del tema es que los vecinos sí tienen un poco de respeto por los centros educativos.
El educador añadió que la medida es hasta que la población se acostumbre a sacar sus bolsas de basura cada vez que pasa el camión recolector y eso debe aplicarse en todas las instituciones educativas, ya que el perjuicio es para todos.
“Antes la basura también eran cerros, grandes montículos, pero ahora ya las personas están tomando conciencia y saben que eso afecta demasiado a sus propios hijos y por lo tanto ya no lo hacen. El problema en José Leonardo Ortiz es que el camión no pasa a veces y por varios días, me imagino que en su desesperación los pobladores tiran la basura cerca a los colegios”, explicó el profesor.
Por su parte, el coordinador de la juntas vecinales de la ampliación Fanny Abanto Calle, donde está ubicada la escuela que lleva el mismo nombre, Jesús Calderón, aseguró que muchos moradores se ven en la obligación de arrojar sus desperdicios en la zona, debido a que el recolector de basura de la municipalidad de Chiclayo casi nunca llega.
“El camión de basura llega aveces a los 15 días o si no al mes y casi todos arrojan sus bolsas aquí. Yo tengo en mi casa varios sacos de basura y no sé dónde botarlo. Las autoridades no funcionan para nada, están esperando el día de las elecciones para abrazarnos, darnos besito y después no se preocupan por los niños y nosotros”, aseguró.