“Bono del chatarreo” se enfrenta al reto de aliviar tráfico y contaminación/ Foto: Andina
“Bono del chatarreo” se enfrenta al reto de aliviar tráfico y contaminación/ Foto: Andina

Congestión vehicular, contaminación ambiental y accidentes de tránsito son algunos de los problemas que ocasionan los vehículos antiguos y en mal estado que circulan por las carreteras del país. Por ello, esta semana, el Gobierno publicó un decreto de urgencia que busca modernizar el parque automotor a través de la implementación del "bono del chatarreo". Para la ejecución de este programa, se han asignado 80 millones de soles, que deberán ser distribuidos entre aquellos propietarios que quieran renovar sus unidades. Si bien especialistas señalan que la medida es buena, consideran que esta tendrá éxito si se cumple con al menos dos aspectos fundamentales: una regulación clara del proceso y la inyección de más presupuesto al proyecto.

Para el especialista en temas de transporte, Lino de la Barrera, la suma asignada al programa es muy pequeña en comparación a la magnitud del problema, ya que este no solo afecta a Lima y Callao, sino también a importantes ciudades del interior del país, como Arequipa, Trujillo, Chiclayo y otras, donde la saturación de vehículos antiguos es "doblemente seria".

En su opinión, el "bono del chatarreo" deberá contener un paquete de normas donde se respondan interrogantes como qué vehículos van a circular y qué se va a hacer con las unidades que salgan del sistema de transporte.

"Hay cosas por definir. No se trata de recibir el dinero y que el propietario de la unidad vaya con esa plata y compre otro vehículo igualito. Esas son las definiciones que tiene que haber en esa norma", señaló el también exasesor del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).

"Bono del chatarreo" se enfrenta al reto de aliviar tráfico y contaminación. Infografía: Diario Correo
"Bono del chatarreo" se enfrenta al reto de aliviar tráfico y contaminación. Infografía: Diario Correo


RENOVACIÓN. Por su parte, el presidente de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia, señala que el Gobierno deberá tomar algunas acciones y restricciones para que el dinero designado al programa sea bien invertido.

Indica que las empresas que se harán cargo del chatarreo deberán ofrecer la garantía de que las partes de esa unidad sean fundidas y no vendidas en el mercado negro. De lo contrario, deberían ser sancionadas.

"Así como las supervisiones técnicas no son suficientes porque pasan por agua tibia, esperemos que las unidades sean fundidas y no llevadas al mercado negro. Para eso es importante que en el reglamento se sancione claramente; incluso, que se penalice", precisó Quispe Candia.

Manifestó también que, del 100% de la flota vehicular que hay en nuestro país (2,8 millones de unidades, aproximadamente), se estima que al menos el 30% (400 mil o 600 mil) superan los 20 o 25 años de antigüedad.

En cuanto al transporte público, refiere que el límite de antigüedad es de 15 años; sin embargo, los vehículos particulares y de transporte de carga no tienen ningún limite. Es decir, un camión con 35 años de antigüedad no tiene restricciones de circular a menos que no pase la revisión técnica.

Quispe Candia agrega que el Estado debería aprovechar el programa del "bono del chatarreo" para incentivar la adquisición de vehículos eléctricos (que no usan combustibles fósiles) o híbridos, como se utilizan hoy en día en Europa, Chile, Ecuador y Colombia. Indicó que en nuestro país no hay una norma que exonere de algún tributo por la adquisición de vehículos eléctricos, que suelen ser caros.

INCENTIVOS. Finalmente, el gerente general de la Asociación Automotriz del Perú, Alberto Morisaki, resaltó que el monto del incentivo o "bono" debe ser adecuado para que los propietarios de las unidades puedan acogerse a la norma. Además, dijo que la renovación de parque automotor debe empezar con el transporte público (buses, combis, etc.), debido a que el riesgo de que ocurra un accidente es alto y la cantidad de personas que se podrían ver afectadas, también.

Modelo

Durante la gestión de la exalcaldesa Susana Villarán se logró retirar de Lima a 1400 vehículos antiguos y en mal estado, a través del “bono del chatarreo”.