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A pocas horas de la Nochebuena se registró gran caos en las pistas de toda la ciudad, debido a que miles de ciudadanos salieron a las calles para buscar a última hora el regalo perfecto y demás artículos navideños.

El tránsito estuvo insufrible, por ejemplo, en la Panamericana Norte y Sur, la Carretera Central, la Vía Expresa del Paseo de la República, las avenidas Javier Prado, Canadá, Túpac Amaru, Pachacútec, Los Alisos, entre otras arterias principales de . Los embotellamientos se iniciaron en las primeras horas del día y siguieron hasta la noche.

Desazón

En este sentido, los usuarios del transporte público, así como transportistas y conductores particulares, mostraron su molestia por el caos que, aseguraron, no pudo ser resuelto debido a la ausencia de agentes de la Policía en las vías afectadas. “Estamos parados desde hace 20 minutos y no llega nadie a remediar la situación. La Policía debería tener una respuesta inmediata para estos casos”, denunció el conductor Jorge Andía en la avenida Túpac Amaru.

El caótico tránsito tomó niveles intolerables en las cercanías de las zonas comerciales de la ciudad, como los alrededores de Mesa Redonda y el Mercado Central, en el Cercado, en los centros comerciales de la ciudad, como el Jockey Plaza, Real Plaza y Mega Plaza, entre otros concurridos recintos. “Por el trabajo no pude realizar las compras antes y ahora debo hacerlas como sea. Pero no creo que en verdad esta sea la razón del caos vehicular. Debe haber obras en las pistas”, declaró el conductor César Carpio en las inmediaciones del Jockey Plaza.

Compras con riesgo

La zona de , en el Cercado, estuvo repleta de ciudadanos que buscaban el regalo ideal. Muchos de ellos llevaban a sus hijos menores de las manos, o incluso a bebés en brazos, pese a las recomendaciones de las autoridades. Según se comprobó, muchas galerías estuvieron abarrotadas y al parecer no se respetó el aforo, por lo que un desastre natural o una emergencia podrían haber sido letales.“Lo traigo porque no tengo con quién dejarlo y porque sé que no va a pasar nada. Hace un par de años que traigo a mis hijos pequeños y no nos pasa nada”, comentó Zulema Berrocal a la altura de la galería El Dorado. Parecía no recordar el devastador incendio ocurrido en esta misma zona el 29 de diciembre de 2001.

A pesar de la presencia de fiscalizadores de la Municipalidad de Lima, docenas de ambulantes realizaban sus ventas sin mayor preocupación. Además, estibadores de todas las edades arrastraban sus carretas repletas con pesados bultos casi atropellando a los frenéticos compradores. Las autoridades pidieron a los ciudadanos no acudir con menores o ancianos a estas zonas comerciales.

Cifras

En Lima, ciudad de más de 10 millones de habitantes, circulan más de 2 millones de vehículos, dijo Luis Quispe, de la ONG Luz Ámbar.

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