"Las discotecas son un centro donde se pueden expandir y propagar los virus y por precaución creo que no debían ser autorizadas", opina el exministro de Salud Óscar Ugarte. (Foto archivo referencial: GEC)
"Las discotecas son un centro donde se pueden expandir y propagar los virus y por precaución creo que no debían ser autorizadas", opina el exministro de Salud Óscar Ugarte. (Foto archivo referencial: GEC)

El exministro de Salud, Óscar Ugarte, considera que el actual gobierno cae en contradicciones sobre las medidas sanitarias para evitar la propagación del COVID-19, de cara a la cuarta ola por el incremento de contagios. Esto luego de que el ministro de Salud, Jorge López, y el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, dieran mensajes distintos sobre la obligatoriedad en el uso de mascarillas.

López había dicho que las mascarillas volvían a ser obligatorias en espacios abiertos y Torres señaló después que se trataba de una recomendación. Recientemente el primero también dijo que se evalúa la suspensión de eventos sociales masivos para evitar la propagación del virus y la PCM descartó ayer dicha medida.

Eso genera desconcierto en la población y finalmente desconfianza, al final nadie cree en nada y terminan haciendo lo que su buen entender les dicta, eso es pésimo”, señaló Ugarte a este medio.

En cuanto al uso de la mascarilla, el exministro de Salud dijo que sí es necesario y por lo tanto fue precipitado decir ‘en espacios abiertos no se usa mascarilla’, pues según remarcó “el problema no es el espacio abierto solo”, sino el riesgo de circulación de las personas.

Si estoy en un espacio abierto y no hay mayor circulación de personas, es lógico, nadie usa mascarilla estando solo en un parque. El riesgo es la circulación de las personas”, enfatizó.

¿Qué hacer? Ugarte explicó que en espacios abiertos con una gran concentración de personas “hay que usar mascarilla”. Por ejemplo, en los estadios, centros comerciales con gran afluencia, en los conciertos, las procesiones, los mítines políticos.

Medidas focalizadas

Ugarte también recordó que en el gobierno anterior se calificaba las diferentes zonas del país, de acuerdo al riesgo real que podía haber pues “el Perú es muy diverso y heterogéneo, y dar una sola norma para todo el país no tiene sentido”.

Cada quince días se hacía una calificación de riesgo de las más de 190 provincias que tiene el Perú y se clasificaban en riesgo moderado, riesgo alto, muy alto y extremo y dependiendo de eso había toque de queda o no y determinados aforos en centros de reunión, etc”, indicó.

Para ello, señaló, es necesario tener equipos técnicos del Minsa que analicen y evalúen permanentemente las jurisdicciones del país.

Sobre eventos masivos

Ugarte también consideró que el actual ministro de Salud dio un mensaje contradictorio luego de anunciar que no habrá desfile militar por Fiestas Patrias para evitar más contagios de coronavirus.

Si esa es la lógica, entonces, qué eventos masivos sí se pueden hacer, ¿los conciertos? ¿es por cuestiones económicas, inversiones ya hechas? Es decir, se introducen otros elementos”, comentó, a la vez que consideró que el Minsa tiene que tener una posición muy clara, tomando en cuenta diferentes riesgos y aplicando medidas en cada caso.

Por ejemplo, las discotecas son un centro donde se pueden expandir y propagar los virus y por precaución creo que no debían ser autorizadas, pero puede haber eventos públicos en espacios abiertos, con distaciamiento y medidas sanitarias correspondientes, hay que analizar de acuerdo al riesgo”, insistió.

En su lectura, se está eliminando el trabajo del Ministerio de Salud, que es analizar las distintas circunstancias y en función de eso tomar medidas, y “se está optando por el camino más fácil, medidas generales para todos, que no son aplicables”.

El uso de las mascarillas debe ser obligatorio en los conciertos, pues allí no hay distanciamiento social, explica Ugarte. (Foto referencial GEC)
El uso de las mascarillas debe ser obligatorio en los conciertos, pues allí no hay distanciamiento social, explica Ugarte. (Foto referencial GEC)

¿Es viable la compra directa de vacunas?

Otra medida dispuesta por el Ejecutivo es autorizar a los gobiernos regionales, locales y las empresas privadas a importar directamente vacunas y medicamentos contra el coronavirus, de acuerdo al reglamento de la Ley N° 31225 publicado esta semana en “El Peruano”, a fin de garantizar su acceso oportuno.

Al respecto, Óscar Ugarte señaló que no ve necesaria esta medida cuando no estamos frente a un problema de escasez de dosis en el país.

En primer lugar el exministro de Salud recordó que en el anterior gobierno del expresidente Francisco Sagasti, del cual formó parte, había un interés de los privados para adquirir vacunas.

Y les dijimos que no esta prohibido, que si querían lo podían hacer, el problema era que ninguna de las productoras de vacunas a nivel mundial vendían al sector privado, sino mas bien a los Estados”, mencionó.

Sobre la actual disposición, anota que el mismo Minsa le pone algunos candados a la norma, “lo que me hace pensar cuán útil podría ser este reglamento”.

Ugarte afirma que actualmente el problema en el país “no es la falta de vacunas”, pues hay exceso de dosis compradas por el Estado, por lo tanto cualquier persona que quiere vacunarse (puede hacerlo). “Están vacíos los centros de vacunación”, anotó.

En esa línea, se preguntó cuál podría ser el interés del sector privado de importar las dosis cuando hay disponibilidad y de manera gratuita para toda la población.

Y en el caso de los gobiernos regionales y locales también, añadió. “En Reunis se puede ver la cantidad de población que falta ser vacunada en regiones, pero no porque falten vacunas, les sobran, y el problema es que están venciendo”, advirtió.

Además, consideró que hay tres puntos del reglamento que podrían ser un freno para la importación:

1. Que las empresas privadas serán las responsables de indemnizar a las personas en casos de Esavi severo (Evento Supuestamente Atribuido a la Vacunación o Inmunización), de acuerdo al artículo 10 del reglamento. Esto actualmente es asumido por el Estado.

2. Que la importación no permite la comercialización del producto bajo ninguna modalidad, es decir, la empresa no podrá vender ni cobrar por la aplicación de las dosis. “¿Entonces cuál es el incentivo que puede tener una empresa privada para importar y cuál es el incentivo para las regiones y municipios para hacerlo si les sobra vacunas entregadas por el Minsa?”, se preguntó.

3. También mencionó que el reglamento dispone que la empresa debe garantizar la gratuidad de la vacunación a su personal. “Ese podría ser el aliciente, ‘voy a importar para vacunar a mis trabajadores’”. Pero insistió que estos también pueden ir a los vacunatorios y hacerlo gratuitamente, o solicitar que las brigadas del Minsa los visiten.

Por último, anotó que los gobiernos regionales y locales no tienen actualmente en su presupuesto para el 2022, una partida adicional para la importación de vacunas.

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