La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) advirtió este miércoles que se aplicarán multas a los conductores o cobradores de transporte público que presten protectores faciales a los pasajeros, en el contexto de la pandemia del coronavirus (COVID-19). La sanción es de S/220, equivalente a 5% de 1 Unidad Impositiva Tributaria (UIT).
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La medida tiene como finalidad evitar contagios del coronavirus (COVID-19) y de otras enfermedades. “El protector facial, al igual que la mascarilla, es de uso personal y por ningún motivo debe ser prestada a otras personas”, recordó la entidad.
La ATU enfatizó que, además de la multa correspondiente, se levantará el acta de fiscalización y se iniciará un procedimiento administrativo sancionador, lo cual será comunicado al Ministerio Público para que evalúe la posible comisión de los delitos.
Entre los posibles delitos está la violación de las medidas sanitarias o la producción de peligro en el servicio público de transporte de pasajeros, los cuales podrían ser sancionados hasta con 3 años de cárcel.
La entidad emitió dicha advertencia a raíz de videos en redes sociales de choferes que prestan protectores faciales a pasajeros. La multa por no usar este elemento es de S/430.
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Por último, la entidad reiteró que ningún pasajero puede abordar una unidad del transporte convencional, Metropolitano, Línea 1 del Metro de Lima y Callao o de los Corredores Complementarios sin portar un protector facial y mascarilla.
A la fecha, la ATU ha entregado gratuitamente más de 2.5 millones de protectores faciales a usuarios de transporte público en los principales paraderos y estaciones de Lima y Callao.
¿Por qué no se debe prestar los protectores faciales?
De acuerdo con el Dr. Oscar Malpartida, infectólogo del Hospital Guillermo Almenara, los protectores faciales son objetos que cubren la cara y sirven como barrera física contra el COVID-19. Sin embargo, al ser manipulados inadecuadamente pueden facilitar la transmisión del virus y bacterias.
Por ello, recomienda que su uso sea personal y que la persona, al llegar a casa o al centro laboral, proceda a limpiar y desinfectarlos.