La Defensoría del Pueblo, mediante un comunicado, informó que realizó un balance sobre las manifestaciones desarrolladas este último jueves 12 de noviembre. Durante su investigación, la institución comprobó que “en ocho regiones de país se registraron hechos violentos, siendo los más graves en Lima”.
“En todos los lugares donde se registraron movilizaciones, la Defensoría del Pueblo recordó a la Policía Nacional del Perú los límites existentes sobre el uso de la fuerza. Además, se emitieron comunicados públicos reiterando la necesidad de garantizar el derecho a la manifestación política. No obstante, se registraron hechos que evidencian el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía”, se lee en el comunicado de la Defensoría.
Asimismo, indicó que los enfrentamientos entre policía y protestantes dejaron 19 personas heridas entre civiles y policías. Tres ciudadanos participantes en las manifestaciones fueron impactados por proyectiles de armas de fuego, encontrándose por determinar si fueron lesionados por perdigones, balas o similares.
Además, la Defensoría indicó que hasta el momento hay 18 personas detenidas en dependencias policiales. “La intervención institucional se ha dirigido a preservar su integridad y garantizar el debido proceso”, señaló.
“Los resultados de nuestra supervisión evidencian que las autoridades del orden utilizaron gas lacrimógeno en inmediaciones de áreas residenciales y de hospitales, como el Hospital del Niño siendo ello prohibido e inaceptable pues coloca en riesgo la vida y la salud de las personas”, indicó la Defensoría.
Además, advirtió la participación de personal policial vestido de civil, en diferentes manifestaciones y sin portar identificación alguna, realizaron detenciones de personas. En ese sentido, dejó en claro que seguirá monitoreando las manifestaciones.
Cabe mencionar que, el Ministerio Público informó este viernes que abrió investigación por el caso de los dos heridos que permanecen internados en el hospital Guillermo Almenara tras participar de la protesta por la vacancia presidencial de Martín Vizcarra y la asunción de Manuel Merino como mandatario.