Lourdes Flores: “El modelo de Acuña es similar al del chavismo”
Lourdes Flores: “El modelo de Acuña es similar al del chavismo”

Después de bailar al ritmo de canciones criollas entonadas por su aliado Alan García en La Isla del Paraíso del Callao, la candidata a la primera vicepresidencia por Alianza Popular, Lourdes Flores Nano, recibió a Correo en su casa para conversar sobre la campaña electoral y las últimas incidencias al interior de su agrupación.

Con un evidente tono de satisfacción por el encuentro que sostuvieron con los dirigentes de los comedores populares y comités del Vaso de Leche chalacos, la también lideresa del Partido Popular Cristiano (PPC) lanzó duras críticas contra sus contendores políticos, principalmente contra César Acuña, quien, según considera, ha demostrado “tener un modelo gubernamental clientelista”. Además, lamentó que sus allegados pepecistas no hayan sido considerados en la lista congresal.

¿La alianza APRA-PPC ha despegado cómo esperaban? 

Sí, siento que hay un clima que va creciendo. Creo que este es un crecimiento por goteo. Queremos trabajar con mucha tenacidad y estoy segura de que esto va a ir decantando. El crecimiento va a ser pequeño, pequeño pero permanente.

Las encuestas no lo han reflejado aún... 

Antes unos flashes han ido mostrando un crecimiento. Yo sí creo que hay un elector que está empezando a mirar la alianza y yo creo que va a venir. Nuestro primer desafío, el del PPC por lo menos, es recuperar aquel elector votante tradicional.

¿La alianza fue garantía para que el PPC pase la valla?

Hay que ser honestos, porque la ciudadanía tampoco es tonta; (lo que nos pasó) le hubiera pasado a cualquiera. Le pasa a las empresas, les pasa a los ciudadanos.

Finalmente Alan terminó uniendo al PPC...

Hemos avanzado. Todavía entre los hermanos quedan unas pequeñas cuentas que rendir y algunas explicaciones que dar. Y las hemos congelado. Para el PPC ha funcionado lo que se dice respecto a Perú y Chile: vamos por cuerdas separadas.

¿Cuentas que pasaron factura en la lista congresal? 

Lamentablemente, por razones de último momento, la lista de delegados se eligió prácticamente sin una competencia organizada interna. Fueron elegidos los delegados liderados por el alcalde de San Juan de Miraflores (…) de modo que es evidente que hubo un cierto sesgo en esa asamblea.

Muchos de sus allegados quedaron fuera... 

No logré convencer a Raúl de aceptar a todos los que yo había presentado en la lista (congresal). Esa asamblea mostró su soberanía.

¿Soberanía de Raúl Castro?

Noté que había un cuerpo colegiado imbuido de poder. Era una asamblea soberana que me concedía generosamente el tiempo de escucharme, pero me decía simultáneamente “vamos a decidir”. (…) Creía tener un peso persuasivo muy grande y ayer estaba frente a un senado romano que me decía hasta aquí nomás.

Dijo que le gustaría parte del poder... ¿De qué manera? 

Me interesa la administración de justicia. Quiero sentir un Estado cerca de la gente, la reforma del Estado en general. Un vicepresidente puede ser un nexo en temas internacionales, un nexo en términos de diálogo; es una figura flexible que puede cumplir diversas tareas. Y si el presidente de la República me dice: “Solo te puedes sentar el día que yo no esté”, tendré que entender que es la tarea que me toca.

¿Algo que no hizo Nadine Heredia? 

El Perú va a elegir un presidente de la República. Yo seré su colaboradora, la persona que lo acompañe en el poder. Procuraré que mi partido cumpla esta tarea con respeto, pero nadie encontrará en mí una persona que no cumpla con toda sensatez exactamente el papel que le corresponde.

¿Sensatez que le faltó a la Primera Dama?

La ambición de poder, el deseo de figuración, quizá hasta su sano sentido de colaboración con el Gobierno, la han hecho pasar esa barrera. Por momentos no solo exhibirse más de lo debido, sino mostrar más poder del que debía tener hasta opacar al gobernante, y todo eso no le ha hecho nada bien ni a ella ni al Gobierno.

¿Qué opina del caso de las agendas? 

Eso ya ha sido un símbolo negativo, porque era una señal más de eso que en general la ciudadanía siente respecto a la política: ha conducido a sospecha, a duda, a sensación de corrupción. Es decir, a una mancha más en la relación entre la ciudadanía y nosotros los políticos.

¿Cómo ve el crecimiento de Acuña en las encuestas? 

Es un peruano exitoso económicamente, tiene todo el derecho de postular. La pregunta que tiene que hacerse políticamente es si aquello que nos está proponiendo su proyecto tiene solidez o no. Y es ahí donde yo siento que se está construyendo un proyecto en el camino, es una especie de gancho que hace jale todos los días.

Algunos comparan al apepismo con el fujimorismo... 

Es un paternalismo estatal directo que se parece mucho más al chavismo en Venezuela. El subsidio directo, que ya no es ni siquiera asistencialismo, sino es el regalo, un mal uso de recursos gubernamentales. A su modo, las administraciones del señor Acuña han sido eso: el uso de recursos públicos para crear un clientelismo sobre la base de una serie de donaciones, regalos exacerbados en la campaña. Es un estilo populista, asistencialista, que no creo que sea lo que el Perú necesita ni merece.

También se ha dicho que es soberbio... 

Quien logra por su propio esfuerzo triunfar, bendito sea, pero claro, cuando eso se convierte en una manifestación de soberbia, no es bueno. ¿Tú te imaginas esa perversa combinación de soberbia y poder? A veces los gestos de las personas te van mostrando quién es el personaje. Si además del poder personal, del dinero, se suma una cuota de poder real, esa puede ser una bomba atómica.

¿Cree en la modernización del fujimorismo? 

La pregunta es si el fujimorismo de Keiko será capaz de dar un gobierno distinto de los estilos con los que se contaba en los 90. Yo creo que no. Creo que volvería su estilo, su forma de conducir al Estado, porque están hechos a una forma de relación con el poder que difícilmente cambiará, aunque ella es un rostro nuevo.

¿Apoyaría el indulto a Fujimori? Soy partidaria de la modificación de la legislación para que se le dé prisión domiciliaria. Para eso necesitamos cambiar la ley, porque eso no es permisible en el Perú. Hay que pensar en el cumplimiento de condenas en prisión domiciliaria.

¿Con qué ojos ve al candidato Julio Guzmán? Un poquito o demasiada soberbia. Harían bien los que lo rodean en decirle que cuando piense en la ola morada, piense mejor en el Señor de los Milagros y en la humildad con la que debe actuar. Sus expresiones muestran el talante de alguien que con los resultados de la primera fotografía se emociona; esa soberbia es mala consejera.

¿Apoyaría el matrimonio gay? 

No soy partidaria de establecer ninguna forma subliminal de matrimonio, porque creo, y no como católica, desde un punto de vista jurídico, que el matrimonio es una institución entre el hombre y la mujer, pero sí soy partidaria de que la legislación contemple la igualdad de derechos que permitan pactos y tratamiento legal para herencia, patrimonio, contratación, asistencia y pensión.

¿La despenalización del aborto? 

No soy partidario del aborto en caso de violación. Soy una persona convencida de la vida.

¿Y la legalización del uso de la marihuana?

Allí no solo no soy partidaria; creo que no es una buena receta.

SINCERIDAD. En opinión de Luz Salgado, aspirante fujimorista al Congreso, Lourdes Flores no estaría siendo sincera en su respaldo a Alan García. “La he escuchado en otras etapas... esa alianza no ha prosperado como ellos esperaban”.

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