Un equipo multidisciplinario del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) extrajo con éxito parte de un catéter venoso que se desprendió y se incrustó en el corazón de un niño de 2 años que recibe tratamiento de quimioterapia por dicha vía.
Los especialistas, gracias a un procedimiento de radiología intervencionista, no necesitaron realizar una cirugía invasiva -a corazón abierto- para retirar este cuerpo extraño y así evitaron que el menor corra el riesgo de sobre cargarle otra comorbilidad.
Se trata del pequeño Moisés, de 2 años y 8 meses, quien es un paciente oncológico, procedente de la provincia de Cotabambas, en la región Apurímac.
El año pasado, el menor fue diagnosticado de leucemia linfocítica aguda en el Hospital Antonio Lorena, en la ciudad de Cusco, donde se atiende por ser el centro hospitalario más cercano.
A fines de mayo pasado, en uno de los controles del niño, a través de una radiografía, el médico tratante del menor -oncólogo pediatra- evidenció que el catéter no funcionaba. Luego le tomaron una tomografía y se quedaron impresionados al ver que el catéter había migrado hasta otro punto.
“A través de una Teleconsulta, el médico tratante del hospital del Cusco hizo la consulta con los especialistas de nuestra institución. Mostró todos los exámenes. Tras una evaluación exhaustiva, minuciosa, se llegó a la conclusión de que el catéter había migrado. Nos impresionaba que se haya fracturado y que el cuerpo extraño estaba incrustado en la arteria pulmonar”, informó la cirujana pediatra Jenny Villalobos, del servicio de Cirugía General.
“Se realizaron las coordinamos para ver si este paciente podría ser tributario a un manejo de radiología intervencionista y así el menor fue traído al INSN hace tres días. La punta del catéter, por donde el menor recibe tratamiento de quimioterapia, se desprendió y navegó por la aurícula derecha, luego siguió por el ventrículo derecho y se acomodó en la arteria pulmonar en la rama izquierda”, explicó el Dr. Rafael Reyes, jefe del servicio de Cirugía de Tórax y Cardiovascular.
Después de dos horas de una minuciosa y delicada intervención en la sala de Hemodinámica del centro pediátrico, los especialistas en radiografía intervencionista retiraron el cuerpo extraño.