Plaza de Armas de Lima es un desierto

El Gobierno que prometió luchar por la justicia y la igualdad de los derechos del pueblo comete, desde hace casi dos meses, un aparente abuso contra el libre tránsito y de negocio de la ciudadanía.

Se trata del inexplicable y al parecer injustificado cierre de la Plaza de Armas de Lima, uno de los puntos de encuentro preferidos por miles de ciudadanos, y punto neurálgico del turismo realizado en la capital.

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El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, calificó el cierre como un despropósito y pidió al presidente Pedro Castillo, que reabra el espacio.

“La Plaza Mayor de Lima es un símbolo de identidad para todos los peruanos. Resulta un despropósito que continúe cerrada, y nocivo para los negocios que viven del turismo. Por ello, invoco al presidente Pedro Castillo a que disponga su apertura. ¡La Plaza Mayor es de todos!”, dijo el burgomaestre en su cuenta de Twitter.

SIN MOTIVOS

Mariana Alegre, directora de la ONG Lima Cómo Vamos, dijo a Correo  que si bien el cierre fue realizado por medidas de seguridad, ya no hay motivos para mantenerlo.

“No tiene sentido, las manifestaciones ya pasaron. Ahora es hasta atentatorio (el cierre) porque no se permite que la ciudadanía haga uso de un espacio que es público. Si el presidente dice que este es un Gobierno del pueblo, debería promover el acceso de todos”, señaló.

En las calles, docenas de familias pidieron al mandatario que deje sin efecto la medida. “En estas épocas lo que más necesitamos es tranquilidad, no que nos quiten los lugares que queremos”, dijo una transeúnte, impedida de ingresar a la “Plaza de Todos”.

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