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Tomarse un selfi en este páramo se ha convertido en una acción obligada a los asistentes a este tour. La vista, la luz solar son un premio a la pequeña caminata en pendiente.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Selfie obligado.

Tomarse un selfi en este páramo se ha convertido en una acción obligada a los asistentes a este tour. La vista, la luz solar son un premio a la pequeña caminata en pendiente. Foto: Julio Reaño I @photo.gec

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Una gran vista a San Juan de Lurigancho, donde lastimosamente se puede apreciar las pocas áreas verdes que tiene el distrito más grande del país.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Vista priviligeada.

Una gran vista a San Juan de Lurigancho, donde lastimosamente se puede apreciar las pocas áreas verdes que tiene el distrito más grande del país. Foto: Julio Reaño I @photo.gec

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Esperando la despedida del sol, los visitantes aprovechan en posar a contra luz para sus fotografías de recuerdo.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Últimos rayos del sol.

Esperando la despedida del sol, los visitantes aprovechan en posar a contra luz para sus fotografías de recuerdo. Foto: Julio Reaño I @photo.gec

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Siendo una temporada seca, el páramo está llena de vida. En esta temporada llegan muchas personas que gustan apreciar aves. La vista a las montañas es igual de espectacular bañadas por la hermosa luz del sol.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Se logra apreciar algunas aves.

Siendo una temporada seca, el páramo está llena de vida. En esta temporada llegan muchas personas que gustan apreciar aves. La vista a las montañas es igual de espectacular bañadas por la hermosa luz del sol. Foto: Julio Reaño I @photo.gec

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Jorman Cabello, presidente de la organización Haz Tu Mundo Verde, da la bienvenida a los participantes de la excursión dando las indicaciones de seguridad.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Organizando la Excursión.

Jorman Cabello, presidente de la organización Haz Tu Mundo Verde, da la bienvenida a los participantes de la excursión dando las indicaciones de seguridad. Foto: Julio Reaño I @photo.gec

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Un fuerte color cálido tiñe la Loma. Los visitantes pueden apreciar no solo la ciudad si no también el sunset.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Luz al atardecer.

Un fuerte color cálido tiñe la Loma. Los visitantes pueden apreciar no solo la ciudad si no también el sunset. Foto: Julio Reaño I @photo.gec

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La pequeña camita comienza desde el asentamiento humano Nuevo Perú. Los asistentes a este tour tienen que ascender 300 metros sobre el nivel del mar, en un circuito ya determinado para proteger la zona que está considerado como ecosistema frágil.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Ascender las lomas El Mirador.

La pequeña camita comienza desde el asentamiento humano Nuevo Perú. Los asistentes a este tour tienen que ascender 300 metros sobre el nivel del mar, en un circuito ya determinado para proteger la zona que está considerado como ecosistema frágil. Foto: Julio Reaño I @photo.gec

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En temporada húmeda, la zona está cubierta por un gran manto verde y lleno de neblina. En primavera el paraje es distinto, las plantas quedan secas, pero la vista despejada.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Paisaje desértico en esta temporada.

En temporada húmeda, la zona está cubierta por un gran manto verde y lleno de neblina. En primavera el paraje es distinto, las plantas quedan secas, pero la vista despejada. Foto: Julio Reaño I @photo.gec

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El Mar desde San Juan de Lurigancho. Desde las Lomas El Mirador se pueden apreciar los buques que llegan al primer puerto del país.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Se logra ver la costa limeña.

El Mar desde San Juan de Lurigancho. Desde las Lomas El Mirador se pueden apreciar los buques que llegan al primer puerto del país. Foto: Julio Reaño I @photo.gec

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Sin tanta luz, al regresar la bajada se puede apreciar otra vista ya casi nocturna de la ciudad. Una visita que vale la pena, dentro de la misma ciudad de Lima.
Foto: Julio Reaño I @photo.gec
Luces de la ciudad al final del día.

Sin tanta luz, al regresar la bajada se puede apreciar otra vista ya casi nocturna de la ciudad. Una visita que vale la pena, dentro de la misma ciudad de Lima. Foto: Julio Reaño I @photo.gec