En medio de llantos y gritos de justicia por parte de los familiares del taxista Edgar Omar Silupú Bereche, que fue asesinado al interior de la comisaría de La Arena, en Piura, y de los policías investigados por este evento, se realizó la reconstrucción del crimen.
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Desde las 9:30 de la mañana de ayer, se inició la reconstrucción de los hechos con la presencia de los policías Raúl Correa Nizama y Ronie Elías Cobeñas, quienes actualmente se encuentran en el penal de Piura con prisión preventiva.
Precisamente, Ana Cecilia Bereche, madre del occiso, al ver a los policías cuando descendieron de una camioneta, lloró desconsoladamente y en medio de gritos dijo: “Me lo mataron, me lo mataron, por qué me lo mataron”.
Durante la diligencia, la familia del occiso reiteró que los policías lo intervinieron violentamente y que en la dependencia policial lo golpearon salvajemente hasta ocasionarle la muerte.
También cuestionaron que a pesar de vivir a tan solo 10 minutos de la comisaría de La Arena, no les comunicaron inmediatamente su muerte.
“Aquí (comisaría) le arrancaron la vida a mi hijo a golpes, lo torturaron, él entra caminando y lo sacan muerto, tienen que pagar con todo el peso de la ley todos los implicados en este caso. No vamos a cesar en la lucha, por qué me lo mataron”, dijo Juan Silupú, padre del occiso.
Blanca Coveñas, madre del suboficial PNP Ronie Elías, aseguró que su hijo solo participó en la intervención del occiso, y que las pruebas así lo demuestran.
“Tengo pruebas que la familia primero golpea al occiso. Mi hijo hace la intervención, pero luego sale a otra intervención policial y lo deja con el calabocero. Necesito justicia para mi hijo, me lo traen como un delincuente y no es así”, dijo llorando la madre.
En tanto, el defensor de la PNP, Máximo Ramírez, aseguró que durante la reconstrucción se ha demostrado que no existió el delito de tortura.
“En esta diligencia se señala que de parte de todo el personal policial no ha existido ningún tema de tortura contra la persona fallecida, eso ha quedado clarísimo. Se ha descartado totalmente la tortura [...]. Son dos policías detenidos por tortura, pero ha quedado demostrado que no hay. Ellos deberían estar trabajando por la ciudad. Esta persona se autolesionó y golpeó en el calabozo”, explicó Ramírez.