Los especialistas advierten sobre la falta de monitoreo de la calidad del aire y el riesgo que corre la población: desarrollar enfermedades dermatológicas o una afectación de las vías respiratorias.
Los especialistas advierten sobre la falta de monitoreo de la calidad del aire y el riesgo que corre la población: desarrollar enfermedades dermatológicas o una afectación de las vías respiratorias.

Mantos de polvo cubren las calles de tras las intensas lluvias. En medio de este escenario, no existen estadísticas actuales de la calidad del aire en la provincia y el último estudio data del 2017. Los altos niveles de polvo exigen nuevos estudios que obliguen a las autoridades a tomar medidas en favor del bienestar ciudadano y la salud pública.

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NUBES DE POLVO

Las recientes lluvias han colocado el tema del polvo una vez más en la agenda regional. El evidente incremento de las partículas de polvo en las calles exige saber con exactitud cuánto se ha agravado la situación. Pese a esta necesidad, no es posible acceder a estadísticas recientes sobre los niveles de polvo en la provincia porque las únicas estaciones de monitoreo están ubicadas en las provincias de Paita y Talara. Los equipos fueron instalados por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental en 2021 y hasta la fecha no se han concretado más iniciativas en la región.

La directora regional de Salud de Piura, Myrian Fiestas Mogollón, explicó que el análisis de polvo en la ciudad no le compete a Diresa, pero que la institución es consciente del impacto que tiene en la salud.

Además, señaló que el polvo a mediano plazo puede ocasionar dermatitis, rinitis, lasinusitis, laringitis, bronquitis, incluso una crisis de asma. A largo plazo genera enfermedades pulmonares obstructivas crónicas o alveolitis con deterioro progresivo. También puede causar bronquiolitis en los menores de dos años.

Francisco Arteaga Núñez, ingeniero del Instituto de Hidráulica, Hidrología e Ingeniería Sanitaria de la Universidad de Piura, explicó que la suspensión del polvo se produce porque el agua pluvial en las calles arrastra mucho material fino.

El ingeniero señaló que el tránsito de los vehículos tritura el material acumulado en el pavimento, generando polvo que acaba suspendido en el aire. Cabe resaltar que Arteaga fue parte del último estudio realizado en la provincia en mayo de 2017, en el que se determinó que había 410 microgramos de polvo por metro cuadrado, más del triple de lo permitido.

EL IMPACTO EN LA SALUD

La Organización Mundial de la Salud indica que las partículas de 2,5 micras, las más pequeñas, son capaces de ingresar a los pulmones y penetrar el torrente sanguíneo.

David Gonzaga, doctor especialista en medicina familiar, explicó que la exposición al polvo puede perjudicar las vías respiratorias y causar enfermedades dermatológicas. Asimismo, afirmó que la población más vulnerable son los niños, adultos mayores y personas alérgicas.

Ante la intensa temporada de lluvias, la Diresa de Piura recomienda el uso de mascarilla y el correcto lavado de manos, como la principal forma para evitar infecciones respiratorias y enfermedades diarreicas agudas.

El doctor Gonzaga propone utilizar mascarilla con filtro (KN-95) y usar prendas manga larga para evitar que las partículas se adhieran con facilidad a la piel.

Por otro lado, Arteaga recomienda que la medida inmediata es barrer las calles a diario y a la par rociar agua para evitar dispersar más el polvo. Así mismo, el ingeniero sugiere la importancia de implementar áreas verdes que filtren las partículas de polvo y mejoren la calidad del aire.

En vista de la importancia de las labores de limpieza, se intentó contactar con el encargado de la Subunidad de Limpieza Pública de la Municipalidad de Piura, pero se negó a brindar información.

En 2017 se publicó un Decreto Supremo que reconoce la importancia del monitoreo constante de los Estándares de Calidad Ambiental, con especial atención a las condiciones del aire. El Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Salud, en coordinación con las autoridades municipales, tienen que establecer los niveles de alerta e informar a la población para tomar las medidas correspondientes. “Responsables hay muchos, pero que asuman esta responsabilidad hay pocos”, aseveró Francisco Arteaga.

(Esta nota ha sido elaborada con apoyo de los alumnos de la Facultad de Comunicación de la UDEP: Claudia Cerro, Carlos Vegas, Víctor Adrianzén, Sandra Fiestas, Manuel Ortega, Fiorella Peñafiel e Isabel Silva).

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