Más de cuatro mil comerciantes que permanecen en la avenida Buenos Aires, Dos de Mayo y calles aledañas de la ciudad de Sullana, serán desalojados en los próximos días, a pesar que pidieron permanecer hasta fin de año en sus puestos.
La medida fue ratificada ayer por el alcalde Power Saldaña, quien se reunió con algunos altos mandos policiales y dijo que el desalojo será inminente. Aunque, indicó, teme por su vida debido a la medida que ha dispuesto.
ALCALDE
“El desalojo se iba a dar, como dije, antes del 15 (de este mes), pero ahora, por las marchas que hay (contra el gobierno), las fechas han cambiado. El Comando de la Policía ya tiene una fecha tentativa, pero lo que sí es seguro es que se da antes de fines de este mes”, dijo el alcalde.
El burgomaestre dijo que, tras la medida impuesta para erradicar a los más de 4 mil comerciantes de las vías públicas, ahora estará más atento cuando salga a las calles, pues teme por su vida.
“Soy una persona que me he trasladado sin ningún inconveniente y hasta ahora no he recibido ningún tipo de amenazas. Pero ahora estaré muy atento por este contexto (del desalojo de los comerciantes), ya que es una situación preocupante y que, de una u otra manera, hay que ponerse a buen recaudo”, dijo Saldaña a Correo.
La autoridad municipal descartó el pedido de los comerciantes que pidieron permanecer hasta fines de año en las calles. “Las negociaciones las llevamos desde el año pasado y dijeron primero que iba a salir en una fecha y luego en otra y no fue así. Nos están pidiendo la Buenos Aires porque tendrá que realizarse por esta importante obra de la PTAR de 254 millones de soles y la liberación tendrá que darse”, puntualizó.
Explicó que hay algunos comerciantes que tienen puestos propios en el complejo Buenos Aires, pero prefieren ocupar y vender en las vías públicas. Mientras que a otros les pidió que ocupen los mercados itinerantes instalados en los diferentes sectores de Sullana.
NO SALDRÁN
En tanto, el dirigente de la Asociación de Comerciantes Las Capullanas, Manuel Aquino, fue enfático en señalar que él, junto a otros de sus compañeros, no saldrán de sus puestos y los defenderán hasta con sus vidas.
“Le hemos pedido al señor alcalde (Saldaña) con documentos que sigamos hasta el 31 de diciembre y luego nos vamos a ir pacíficamente. Lo digo públicamente, voy a defender esto y no me importa hasta perder mi vida. Si no me mata el COVID-19, me va a matar la Policía”, dijo el dirigente.
Explicó que si los desalojan, los militares van a decir que no hay gente ahí (en la avenida Buenos Aires) y hay una ley que se da por necesidad pública", enfatizó Aquino.
Él, junto a otros dirigentes, llegaron a la sesión de concejo en la municipalidad donde dialogaron con el alcalde Saldaña, pidiéndole una ampliación para que permanezcan hasta fin de año en la avenida Buenos Aires, pedido que fue rechazado por el burgomaestre ya que el desalojo está en manos de la Policía.