El Centro de Emergencia Mujer, que se ubica en la comisaría de Piura, es el que más casos de violencia registra en lo que va del año. Las provincias con más casos son Piura y Talara.
El Centro de Emergencia Mujer, que se ubica en la comisaría de Piura, es el que más casos de violencia registra en lo que va del año. Las provincias con más casos son Piura y Talara.

A pocas horas de conmemorarse el “Día de la no violencia contra la Mujer”, las estadísticas del Ministerio Público de Piura nos dan un panorama sombría respecto a esta conmemoración. Esta institución detalla que en lo que va del año se han registrado 13,588 casos de violencia contra la mujer, los cuales superan las 9,359 denuncias que se presentaron en el 2020. El , por su parte, registra 6,153 casos de violencia, hasta octubre del presente año.


Estadísticas

Al 19 de noviembre del presente año, el Ministerio Público ha registrado 13,588 casos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar; de los cuales 8,258 corresponden a diversas agresiones, 37 son lesiones graves, 20 son denuncias por chantaje sexual y las demás corresponden a lesiones leves, acoso sexual, tocamientos indebidos, actos contra el pudor y violación sexual.

Por su parte, el coordinador regional de los Centros de Emergencia Mujer de Piura, Carlos Arcaya Mogollón, informó que en los 18 centros que tienen a nivel regional, han registrado hasta octubre 6,153 casos de violencia, de los cuales predomina la psicológica, física, sexual y patrimonial.

Arcaya explicó que la mayoría de casos de violencia está en el CEM de la comisaría de Piura, con 744 denuncias, le sigue de la Comisaría de Familia con 717 casos, Santa Julia con 646 y Tambogrande con 473.

“Piura es la provincia con más casos de violencia, le sigue Talara con 449, luego Sullana y Paita”, manifestó Arcaya.

El funcionario precisó que los casos de violencia se han incrementado debido al trabajo articulado realizado en los últimos años, lo que ha provocado que las personas denuncien más.

“Estamos haciendo trabajos de prevención, que nos permite llegar a esta población que en algún momento por temor o desconocimiento no denunciaban. No está aumentando la violencia en Piura y a nivel nacional, sino que se está logrando que las víctimas denuncien, son casos ocultos que ahora lo denuncian”, subrayó Arcaya.

El letrado indicó que el estrés, confinamiento y permanencia de las parejas durante la pandemia por el COVID-19 provocó un incremento de violencia contra la mujer.

“Pero en otros casos, ya eran hogares que sufrían de violencia y simplemente brotaron o salieron a la luz a través de la denuncia respectiva, pero por las restricciones que hubo, sí se incrementaron”, enfatizó Arcaya.

Agregó que a la fecha de los 132 casos de feminicidios a nivel nacional, 4 corresponden a la región Piura.

“Si no se atienden de inmediato los casos de violencia y no se denuncian, va incrementando la violencia y puede conllevar a un caso de feminicidio. Hasta ahora tenemos solo 4 casos de feminicidio, en comparación a otros años”, indicó.

Arcaya exhortó a las autoridades municipales y empresarios a implementar más casas refugios, pues Piura solo cuenta con una casa refugio temporal.


Machismo

Ortelia Valladolid Bran, especialista en Educación y Género, afirmó que los casos de violencia se han incrementado por la cultura machista que existe y por la inoperancia y desconocimiento de los operadores de justicia.

“Hay varios elementos del aumento de violencia y uno de ellos es nuestra cultura porque seguimos normalizando y naturalizando los actos de violencia como el gritar, humillar y violar, buscan pretextos, hay una cultura machista que sigue manteniendo el delito de violencia y la cultura de violencia”, explicó.

Valladolid subrayó que se tiene que reeducar y trabajar con los integrantes de las familias para revertir esos patrones de crianza y de esta manera disminuir los actos de violencia.

La especialista agregó que la inoperancia de los operadores como la Policía, Ministerio Público y Poder Judicial, quienes no cumplen con los protocolos de atención conjunta que tienen que asistir ante un caso de violencia, incrementa estos índices.

“Estos operadores vienen de familias también de cultura machista, que necesitan tener un proceso de sensibilización y hacer una concientización. Hay desconocimiento de los operadores, somos testigos de muchas de las personas que trabajan en estas instituciones que lamentablemente no asumen lo que les corresponde porque no conocen y eso trae consigo que las víctimas desistan de la denuncia o simplemente no denuncian”, enfatizó.

Recalcó que a nivel del país no hay una estrategia de política pública nacional con enfoque integral que pueda atender a la víctima, su entorno más cercano y externo.

Valladolid resaltó que durante la pandemia la violencia se incrementó.

“Se agravó y se hizo más fuerte, pensamos que iban a estar más protegidos en las casas, pero hubo más daños, violaciones”, finalizó Ortelia Valladolid.