Las muertes semanales por COVID-19 se disparan en Piura

Alarma. En medio del relajamiento de algunas medidas por parte del Gobierno, la región registra un incremento de fallecimientos por COVID-19 en las dos últimas semanas, según la sala situacional de la Dirección Regional de Salud (Diresa), causando una alerta entre los médicos ante un posible rebrote de casos que, en el peor de los escenarios de acuerdo al plan de preparación y respuesta ante una posible segunda ola, causaría unas 1,840 defunciones.

AUMENTO

El director regional de Salud, Víctor Távara Córdova, mencionó que en base a las defunciones confirmadas registradas en los hospitales mediante pruebas rápidas o moleculares, y además a través de exámenes como tomografía o resonancia magnética, se ha registrado un aumento de fallecidos por el nuevo coronavirus en las dos últimas semanas. De acuerdo a ello, el SICOVID, registró en la semana 46, un total de 37 fallecimientos; mientras que la semana 48, registró 63 defunciones, es decir, casi el doble de las muertes por el COVID-19.

“Hay un evidente ascenso de mortalidad en las unidades COVID en la región, eso no podemos negarlos y ser ciegos ante esta elevación de las cifras. Esto amerita ser mucho más exigentes y escrupulosos en el cumplimiento de las recomendaciones que siempre se vienen dando, toda vez que el coronavirus no tiene tratamiento ni vacuna disponible en el Perú, pero sobre todo es altamente mortal en los grupos de población vulnerable”, enfatizó Távara Córdova.

De acuerdo a la sala situacional de la Diresa, la región registra al 28 de noviembre 2,716 fallecidos por el nuevo coronavirus, es decir, se ha producido un aumento en las defunciones, sobre todo en las localidades de Castilla, Piura, Catacaos, La Arena y El Alto, siendo los adultos mayores de 60 años los que presentan mayor tasa de mortalidad. A nueve meses de pandemia, hay un total de 13 mil 172 muertos por diversas causas.

“Se está identificando las zonas de los pacientes que están hospitalizados para hacer la intervención correspondiente y reforzar las medidas de protección que son las básicas, además se está aislando a los familiares de casos positivos”, dijo.

Del mismo modo, las cifras registran en la provincia de Piura 445 defunciones a la fecha y una tasa de mortalidad de 26.4%; le sigue Chulucanas con 293 muertes y una tasa de mortalidad de 34.5%, siendo la más alta de la región; Paita con 254 fallecidos y 24.7% en tasa de mortalidad y Castilla con 227 víctimas mortales de la COVID-19 con una tasa de mortalidad del 14.3%.

Távara, informó que de las más de 100 mil pruebas aplicadas a la fecha, se ha evidenciado una positividad del 70%, sin embargo, esta no representa una inmunidad de rebaño.

CAMAS UCI

Sumada al aumento de las muertes por el COVID-19, la región continúa con la demanda de una Unidad de Cuidados Intensivos, que si bien es cierto se pueden desocupar en el día, estás son copadas rápidamente por la larga lista de pacientes en espera de una cama UCI, lo que no habla de una buena evolución de la enfermedad a nueve meses de la pandemia.

“Idealmente se debería tener más camas UCI disponible, pero no es la situación de Piura. Cuando se vea que hay más camas UCI disponibles en Piura, finalmente podríamos decir que el virus está retrocediendo”, comentó.

De esta manera, los 72 ventiladores mecánicos distribuidos en el hospital Santa Rosa, Sullana, Videnita y de las clínicas particulares, permanecen copadas.

Távara Córdova dijo que aún no han tenido respuesta sobre el presupuesto solicitado (317 millones de soles) para el plan de preparación y respuesta ante una segunda ola por parte del Gobierno Central. “Estamos esperando respuesta en el transcurso de la semana y la transferencia de un presupuesto adicional, de lo contrario utilizaremos el presupuesto de algunas unidades ejecutoras de donde se pueda hacer notas modificatorias y usar ese presupuesto para cubrir las demandas”.

ACCIÓN

Al respecto, el especialista en Salud Pública, Dr. Julio Barrena, expresó que las autoridades de Salud, no tienen acción de restricción con las personas, ante ello, es fundamental que la Policía y las Fuerzas Armadas continúen trabajando en reducir las aglomeraciones y reuniones sociales, para evitar los contagios y muertes por COVID-19.

Agregó, que se debe articular un plan de trabajo ante la llegada de las fiestas de Navidad y Fin de Año, que pueden desencadenar una segunda ola, mucho más letal que la vivida en los meses de abril, mayo y junio.

“No se deben realizar actividades sociales ni reuniones sociales”, añadió.