Esta madre de familia se convirtió en uno de los 1,986 casos de cáncer registrados en la región de Piura.
Esta madre de familia se convirtió en uno de los 1,986 casos de cáncer registrados en la región de Piura.

La vida de Gaby Robles cambió drásticamente cuando le diagnosticaron cáncer de mama hace una década. La enfermedad regresó con un tumor en el endometrio cinco años después, en 2019. Luego, apareció otro tumor en su hombro en el 2020 y, el año pasado, enfrentó un tumor en las costillas inoperable debido a su avance.

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Esta madre de familia se convirtió en uno de los 1,986 casos de cáncer registrados en la región de Piura desde el 2014 hasta el 2023, según el Ministerio de Salud (Minsa).

Desde el primer diagnóstico, Gaby preparó a sus dos hijos para el difícil proceso que enfrentaría. En ese momento, su último hijo estaba en sexto grado de primaria.

“Mi hijo menor me decía que él me pondría agua en la cabeza para que crezca el cabello, después que lo corté para la quimioterapia”, narró Gaby. Su esposo y sus hijos fueron su principal fuente de motivación para luchar contra la enfermedad.

A pesar de los tratamientos, Gaby no dejó que la enfermedad la detuviera. Recibía atención en Piura; pero, cuando necesitaba radioterapia, viajaba a Lima y se hospedaba en la vivienda de uno de sus tíos.

Ella tuvo la suerte de no padecer lo que sufrían otros piuranos en la capital, que tienen que estar en la calle.

Los pasajes de Gaby los cubre el seguro social. Solo una vez tuvo que realizar una rifa con sus conocidos para poder pagar un estudio médico que costaba alrededor de 8,000 soles.

La madre de familia expresó su preocupación por la falta de apoyo psicológico para los pacientes y sus familiares. “Una psicóloga llega cuando estás recibiendo la quimioterapia y te hace preguntas hasta que se acaba el tiempo y pasa a la siguiente paciente. No dan seguimiento”, comentó. Al no atenderla el mismo profesional, es difícil que hagan un buen seguimiento del paciente.

Gaby confesó que cuando recibió el último diagnóstico de cáncer estaba exhausta. “Me tiré al abandono porque ya es metástasis, ya había cerrado todo, no quería nada”.

EL APOYO PSICOLÓGICO

La psicóloga clínica Cecilia Mas Flores destacó la importancia de brindar apoyo psicológico a toda la familia, ya que ellos también son pacientes pasivos de la enfermedad.

“Cuando una persona recibe una confirmación de diagnóstico de cáncer, automáticamente se asocia al dolor. Entramos en un proceso de duelo porque se muere su versión sana”, explicó la especialista.

Ella enfatizó que el papel del psicólogo es fundamental para el mejoramiento del paciente y su entorno, ya que el tratamiento de quimioterapia es desgastante.

Los pacientes con diagnóstico de cáncer tienen que soportar la cruda realidad en la que están los hospitales.

El oncólogo clínico Omar Palacios, del Hospital Regional Cayetano Heredia de Piura, explicó que, aunque hacen todo lo posible para atender a los pacientes, la falta de presupuesto complica la situación.

“Cada médico debe atender a 16 pacientes en cuatro horas, pero la mayoría de los colegas atienden 20, 21 o hasta 22 pacientes, para que ellos no se atrasen en sus tratamientos de quimioterapia”, expresó el profesional.

El médico Palacios destacó que no siempre es necesario viajar a Lima para las quimioterapias, ya que en cualquier establecimiento del Minsa pueden proporcionar la misma medicina. Sin embargo, para procedimientos de radioterapia sí es indispensable trasladarse a la capital. “Hay una técnica, que es como si fuera con radioterapia, eliminando el tumorcito, pero aquí en Piura no existe. Para eso se van a Lima”.

La sala de quimioterapia del hospital cuenta con 12 sillones para atender a los pacientes, pero debido a la alta demanda, tienen que atender hasta 22 en un día.

“Estamos trabajando más de lo que deberíamos. Solo contamos con cinco camas para quimioterapias hospitalizadas, lo que limita nuestra capacidad para atender a todos los pacientes que lo necesitan”, agregó el doctor Palacios.

Además, solo hay cuatro oncólogos en el hospital Cayetano Heredia, lo que agrava aún más la situación.

La historia de Gaby y la de otros pacientes que se atienden en el seguro, pone en evidencia las deficiencias del sistema de salud, que deben ser atendidas para ofrecer un apoyo integral a los pacientes y a sus familias.

(Esta nota ha sido elaborada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la  Universidad de Piura. Colaboraron: Kamila Fiestas, en redacción; Hanna Bernal y Rosario Andrade , en investigación y  Rómulo Fernández, en infografía).

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