El exdecano del Colegio de Abogados de Puno, Edgar Sánchez Mamani, está cuestionado por estar involucrado en procesos de investigación que ponen en duda su capacidad moral para estar al frente de la institución, puesto que, como se sabe, él está pidiendo retornar al decanato.
Actualmente, Sánchez está en un juicio oral en el que ha sido declarado reo contumaz, en el que recientemente se puso a derecho.
Este caso corresponde a una presunta falsificación de firmas para, presuntamente, apoderarse de un inmueble en la ciudad de Juliaca adulterando un documento privado entre los señores Gilberto Pérez Portocarrero y Agripino Rodríguez Calsín.
Todo este complejo caso ha sido revisado por el Ministerio Público, el cual ha formulado acusación por ser co-autor del presunto delito Contra la Fe Pública, en su modalidad de Falsificación de Documentos en General.
Sin embargo, Correo accedió a información del Ministerio Público que comprueba que no es el único caso que está siendo revisado, sino que la misma Fiscalía lo denuncia porque el abogado habría inducido a error a los fiscales proporcionando firmas falsas, inclusive falseando su propia rúbrica y sellos del Poder Judicial. La teoría fiscal es que este abogado habría pretendido sorprender a las autoridades para evitar peritajes que establescan falsificación alguna en otros documentos.
Se trata del expediente N° 1277-2012 y el expediente N° 3009-2016 el mismo que extrañamente ha sido suspendido en reiteradas ocasiones con diversas excusas, incluso alargándose hasta marzo del próximo año.
Lo curioso es que el juez que lo juzga es el abogado Augusto Castillo Cordero, quien fue condercado por el mismo Edgar Sánchez, según se nota en la Resolución de Consejo Directivo N° 040-2018-ICAP, en abril de 2018.