Tras una inspección inopinada, el personal de la empresa SEDA-Juliaca constató que algunos restaurantes, lavaderos de vehículos, pollerías y cevicherías continúan vertiendo sus aguas residuales no domésticas a la red de alcantarillado sanitario, provocando su deterioro, colapso e impacto ambiental.
La inspección se realizó en horas de la mañana y tarde de este lunes con el apoyo de una especialista del laboratorio Delta Lab S.A.C. El muestreo se realizó en cumplimiento de los Valores Máximos Admisibles (VMA), establecidos en el Decreto Supremo N° 010-2019-VIVIENDA.
El operativo inició en los jirones José Santos Chocano y Marcapata en la urbanización La Capilla, al frontis de EsSalud. Luego, la inspección continúo en la avenida Circunvalación y los jirones Inca Garcilaso y Apurímac.
“Para evitar dañar la red de alcantarillado sanitario los comerciantes deben de colocar una trampa de grasas. Las muestras serán enviadas a Lima y en unos 12 días se conocerán los resultados”, señaló un trabajador de la EPS.