Llegó para sembrar el terror, se pintó el cabello para distraer a la Policía. Foto/Difusión.
Llegó para sembrar el terror, se pintó el cabello para distraer a la Policía. Foto/Difusión.

Con absoluta sangre fría, Luis Mateo Pájaro Herrera (19), de nacionalidad colombiana, atacó con un cuchillo de cocina a Néstor Nina Molleapaza (23) y Edwin Néstor Belisario Apaza, este último, falleció cuando policías de la Unidad de Emergencia, trasladaban a ambos al hospital regional Manuel Núñez Butrón de la ciudad de Puno.

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El ataque, tuvo como fin robar a los jóvenes que se encontraban en estado de ebriedad. Ocurrió pasadas las 8:30 de la mañana, a la altura de la avenida Costanera, en el pasaje Los Uros que conduce al malecón de la Ciudad Lacustre.

Luego de apuñalar a sus ocasionales víctimas, el joven extranjero, intentó escapar, pero, fue interceptado por los suboficiales, Ronald Lope Condori y Juan Espinoza Alave. Posteriormente llegó el apoyo de sus colegas, Gerson Tito Mollesca y Franco Aroni Atencio.

En poder del presunto criminal se encontró, además del arma blanca, una pistola “hechiza”, arma con la que, presumiblemente intimidaba a sus víctimas para robarles.

Antecedentes

Pájaro Herrera llegó al país y específicamente a la región Puno, para hacerse un nombre en el mundo del hampa. A su corta edad, su prontuario es una prueba de su alta peligrosidad. En abril de este año, fue detenido por Serenazgo a la altura del óvalo Pedro Vilcapaza en la ciudad de Juliaca. Aquella vez, el maleante, intentó robarle a un mototaxista, amenazándole, con un cuchillo. Fue puesto a disposición de la Policía, más luego, fue puesto en libertad.

Nadie entiende porqué, pero, dos semanas después, el extranjero volvió a las andadas. Fungía de limpiaparabrisas y quería tomar el control de esta actividad. Por eso, en la quincena de abril, junto a tres de sus paisanos, atacó a un ciudadano ecuatoriano. Esa vez, Pájaro Herrera, le clavó un desarmador en la espalda  a Carlos Díaz Herrera, porque, este quiso trabajar en “su” zona. Fue detenido, pero lo liberaron. Luego se pintó el cabello de rubio y llegó a Puno a sembrar terror.

Dos valientes policías le persiguieron y lo redujeron. Foto/Difusión.
Dos valientes policías le persiguieron y lo redujeron. Foto/Difusión.