La procesión se realizó en el contorno de la plaza principal de Lampa.
La procesión se realizó en el contorno de la plaza principal de Lampa.

Lampa, ciudad maravillosa por sus atractivos, casi siempre luce vacía, pero cada 8 de diciembre congrega a miles de devotos a la Virgen de la Inmaculada Concepción. Sin embargo, duranre la pandemia se restringió varias actividades.

La población creyente, en su mayoría de Juliaca y Lampa, desde temprano –aprovechando el día feriado- se trasladaron a esa localidad, en todo tipo de vehículos.

Por segundo año consecutivo, no fue normal. Hubo restricciones a diferencia de otros años. No se realizó el tradicional pasacalle o veneración.

Luego de la misa, que se realizó en la plaza, se desarrolló la procesión, pero, no se pudo controlar la aglomeración de personas. Este año hubo alferados, quienes se confirmaron con la misa.

Las personas que por primera vez visitan a Lampa, además de la fiesta, se quedan maravillados por el majestuoso templo colonial Santiago Apóstol, donde está la Virgen. La iglesia es el principal encanto que en su interior guarda pinturas y cuadros de la época virreynal.

Igualmente se percibe gran cantidad de osamentas que existen en la Capilla de la Piedad y en las catacumbas del templo. En la Capilla, donde yace una réplica de la Piedad de Miguel Ángel, debajo de ella están los restos del ingeniero Enrique Torres Belón, quién es recordado por hacer muchas obras a favor de Lampa.

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