Confesión y pruebas revelan que 51 niños estaban en la mira de profesor violador
Confesión y pruebas revelan que 51 niños estaban en la mira de profesor violador

En el moderno celular marca Motorola color negro del profesor de primaria Javier Eusebio Ticona Mayta (46), los agentes de la comisaría Gregorio Albarracín encontraron 51 fotografías tomadas recientemente a menores de edad de la I.E. Enrique Paillardelli y de otros colegios que habían sido elegidos como próximas víctimas por el perverso educador que ya está en el penal de varones de Pocollay.

Dichas fotos fueron descubiertas tras el registro al teléfono, en cuya memoria o chip había una carpeta donde se visualizó los rostros de los menores, en su mayoría realizando poses o haciendo muecas a la cámara, a sabiendas que les fotografiaban.

“Tenía esas fotos porque sentía atracción por esos menores, pero no he mantenido relaciones sexuales con ninguno de ellos, respondió Ticona, el denominado “monstruo del colegio”, ante la pregunta de los agentes sobre los niños que tenía retratados.

Javier Eusebio Ticona Mayta, soltero, sin hijos, nacido en Tacna el 18 de agosto de 1968, 1.58 m de estatura, tras su captura el lunes 20 brindó su declaración ante la PNP y la fiscal Patricia de la Cruz acompañado de su abogado Elber Hidalgo y aceptó haber abusado sexualmente de varios niños menores de edad, entre ellos a sus propios alumnos.

CONFESIÓN

Refirió haber trabajado por 25 años cono docente en diferentes instituciones educativas y su última remuneración mensual fue de S/. 2,100. Dijo ser el penúltimo de 9 hermanos y que vivía con sus ancianos padres en el poblado La Esperanza N° 1105 del distrito Alto de la Alianza, pero desde mediados del año pasado había arrendado una habitación por S/. 150 mensual en la asociación San Francisco, Mz. 3, Lt. 29, en el distrito Gregorio Albarracín, cerca del colegio donde laborada, cuarto que le servía para descansar y para convocar a algunas de sus víctimas con el pretexto de ayudarles en matemáticas y luego abusar de ellos.

VIOLACIONES

Sobre los tres primeros niños que denunciaron abusos sexuales, reconoció que les conocía y contó que a A.B. (11) le hizo tocamientos en sus nalgas dentro de su cuarto alquilado, tras desvestir al niño y hacer que se tienda boca abajo sobre una cama, para supuestamente comprobar si su cuerpo estaba limpio. Indicó que en dos ocasiones, en días distintos, hizo tocamientos del cuerpo desnudo de A.B.

El menor B.C. (11) sufrió violación contra natura dos veces. El “monstruo del colegio” contó: “Fueron en el salón de clases, cuando nos quedamos solos, mientras los otros alumnos hacían Educación Física; cerré la puerta y lo puse sobre el pupitre, pese a que el niño estaba nervioso. La otra vez también fue en el aula y sobre un pupitre, y le tomé fotos de sus nalgas y ano, luego los guardé en mi laptop”.

CONFESIÓN

Javier Ticona dijo que estaba arrepentido e iba a colaborar dando su confesión sincera ante las autoridades, llámese PNP y fiscal de turno.

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