Alentados por la fe en que sus deseos se harán realidad, cientos de personas que llegaron al cerro Intiorko este Viernes Santo construyeron casitas, chacras y hasta negocios utilizando piedras y ramas que encontraron en su camino.

La costumbre tiene su origen en los pueblos del altiplano donde en las ferias y fiestas populares se elaboran miniaturas de animales, billetes y productos, para representar la prosperidad.

De esta forma desde la noche del jueves gran parte de las personas que peregrinaron, mayormente puneños que hace años llegaron a Tacna y sus descendientes, migrantes de segunda y tercera generación, hicieron eco del sincretismo de la fe católica y la cosmovisión andina.

TRADICIÓN. Aprovisionándose de pequeñas piedras elaboraron minuciosamente sus casitas. En algunos casos le incluyen cochera y hasta un auto con una roca parecida. “Esta es una creencia que tenemos los católicos y cristianos que venimos al cerro en Semana Santa, lo que hacemos es plasmar el deseo que uno quiere de aquí a un tiempo, dos o tres años, pero para que se cumpla hay que venir con mucha fe y devoción”, explicó Carlos Ascensio.

Junto a su esposa Lucy Vizcarra, construyeron un local que representa el comedor que tienen en el Mercado 2 de Mayo, su casa y una chacra a la que postulan en Arequipa.

En otro punto personas formaron una larga cola para ingresar a la capilla y tocar la santísima cruz del cerro Intiorko orando por sus familiares. Otros encendieron velas y llevaron palmas para que sean bendecidas por la cruz.

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