Miles de personas concurrieron al cementerio Presbítero Sebastián Ramón Sors para dejar flores y presentes en las tumbas de sus madres, abuelas, tías y hermanas fallecidas para recordarlas por el Día de la Madre. Los deudos pudieron volver al camposanto tras dos años de restricciones por la pandemia de la COVID-19 donde no había atención al público en el segundo domingo de mayo.
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Las familias acudieron de forma masiva a la necrópolis tacneña donde incluso estuvieron acompañados de músicos que interpretaban las canciones que gustaban en vida a las mujeres fallecidas, acciones que no se vevían desde el 2019, año en que fue el último donde estubo abierto el cementerio para recibir al público.
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Atención en el camposanto
Para la seguridad de los visitantes se habilitaron dos puertas en el cementerio, uno para el ingreso de las personas previa verificación de que usen mascarillas y se desinfecten las manos; la otra es para la salida de los visitantes por la zona de áreas verdes. La atención fue de 8 h hasta pasada las 16 h.
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Pese a las recomendaciones de la administración del cementerio, de no estar autorizado el uso de alimentos o bebidas, se pudo apreciar a algunas familias que llevaron bebidas y otros alimentos para departir frente a las tumbas de sus seres queridos en horas de la mañana y parte de la tarde.