En la zona Jardines de la Beneficencia los músicos hicieron su agosto.  (Foto: Adrian Apaza)
En la zona Jardines de la Beneficencia los músicos hicieron su agosto. (Foto: Adrian Apaza)

En el día de todos los santos la afluencia masiva de tacneños al Cementerio General Presbítero Sebastián Ramón Sors fue aprovechada por los vendedores y prestadores de servicio para reactivarse económicamente.

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Para empezar cientos de comerciantes tomaron las avenidas Patricio Meléndez y prolongación Arias y Aragüez, en los exteriores de primer camposanto, para expender una variedad de productos como tanta wawas, chicharrones, parrilladas, coronas, flores, maná, ropa, refrescos y gaseosas.

Precio de flores “se dispararon”

El precio de las flores se incrementó ostensiblemente en comparación a la semana pasada. El ramo de papelillo pasó de costar 5 a 15 soles, los gladiolos igualmente de 10 a 15 soles y los claveles y rosas de 15 a 20, según contestó la comerciante María Calderón Huillca, quien dijo que era casi el precio al que adquirían a los agricultores del Valle Viejo y de la zona andina.

Deudos que llegaron al cementerio señalaron que se estaba aprovechando la demanda en este día y que seguramente el fin de semana bajarían de precio.

Tres canciones por 10 soles

En el interior del panteón habían más de 20 grupos musicales los cuales cobraban 20 soles por interpretar tres canciones y si las familias deseaban más debían pagar 10 soles por cada pieza extra.

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También en el lugar se instalaron pobladoras ofreciendo a 50 céntimos y a 1 sol los recipientes elaborados con latas y botellas de plástico recortadas, para depositar las flores a los difuntos.

Escaleras a cambio de su “voluntad”

En la zona de nichos se observaba a varias personas cargando escaleras, quienes al ser consultados confirmaron que las estaban alquilando al precio de “su voluntad”.

Para quienes no querían formar las largas colas, bajo el sol abrasador, también había venta de agua lo cual podía encontrarse a un sol la botella de 2 litros y 2 soles el balde. Los responseros ofrecieron sus servicios orando por el alma de los difuntos y pidiendo por la salud de quienes los sobreviven, cobrando 10 soles.