La sequía en el distrito de Casitas en Contralmirante Villar, en Tumbes, se agudiza y más de 60 mil cabezas de ganado corren el riesgo de morir por deshidratación y otras enfermedades.
Un total de 2,400 habitantes también padecen penurias por la falta del líquido elemento ya que la empresa concesionaria de agua no llega a esta jurisdicción.
“Creo que si no recibimos asistencia y apoyo, para el mes de noviembre ya no tendremos ganado”, reveló el secretario técnico de defensa civil de la Municipalidad Distrital de Casitas, Jaime Moraira Olaya.
Precisó que el ganado vacuno y caprino están consumiendo la planta comúnmente llamada borrachera, la misma que causa afección a sus sistema nervioso y les provocará la muerte, si continúan alimentándose de esta hierba.
El funcionario destacó y agradeció la entrega de la pajilla por parte de los arroceros, sin embargo sostuvo que no alcanza para las 60 mil cabezas de ganado caprino y 5 mil 400 cabezas de ganado vacuno.
“Algunos ganaderos ya se han ido al Parque Nacional Cerros de Amotape, para que su ganado sobreviva, han tomado la ruta de San Marcos, por el pueblo de la Bocana, ellos se arriesgan a cualquier peligro, porque no hay agua acá”, precisó.
El funcionario dio a conocer que la quebrada Gramadal ya no tiene agua, del mismo modo la quebrada Bocapán - Casitas está con un mínimo caudal, y la población se ha visto obligada a colocar una bomba para obtener el líquido elemento.
AGRICULTURA. Jaime Moraira agregó que el sector agrícola esta igualmente afectado.
“De las 520 hectáreas de cultivo que hay en Casitas, solo se ha sembrado 317, porque no hay agua. Los agricultores con apoyo del municipio casiteño están rehabilitando los pozos anillados que en el 2017 quedaron colmatados con el fenómeno natural, sin embargo la mayoría ha quedado con deudas y no tienen recursos económicos”, remarcó el funcionario edil.