En medio de estrictas medidas de seguridad, 66 internas del establecimiento penitenciario de Puerto Pizarro, en Tumbes, fueron trasladadas al penal de Trujillo, por agentes de seguridad pertenecientes a la Oficina Regional Norte Chiclayo del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
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El operativo administrativo y de traslado que se inició ayer a la 1:18 horas, concluyó satisfactoriamente a la 5:04 horas, y fue dirigido por Walter Curo Apaza, director de la Oficina Regional Norte de Chiclayo.
Las internas quedaron reubicadas en el establecimiento penitenciario de mujeres de Trujillo, dando cumplimiento a la Resolución Directoral N° 428-2021-INPE/ORNCH, por el cierre definitivo del pabellón de mujeres del reclusorio de Puerto Pizarro, por razones de hacinamiento y medidas de seguridad, según la Resolución Presidencial N° 273-2021-INPE/P.
El INPE indicó que la acción se ejecutó bajo la normatividad vigente, con los respectivos legajos personales, social, psicológico, informes médicos e historias clínicas, artículos personales y con la notificación individual respectiva a cada interna.
La mayoría de féminas cumplían condena o prisión preventiva por delitos de tráfico ilícito de drogas, robo agravado y en menor cantidad otros.
Por otro lado, varios familiares de las internas del penal de Puerto Pizarro han mostrado su preocupación debido al traslado de sus allegadas porque no podrán acudir continuamente a visitarlas por los gastos que demanda viajar hasta Trujillo, en la región La Libertad.
“Tengo una hija quien está a dos años de cumplir su condena; sin embargo no podré visitarla todas las semanas porque no dispongo de recursos económicos suficientes para trasladarme hasta la región La Libertad”, dijo una madre de familia.
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Hacinamiento
Cabe mencionar que el establecimiento penitenciario de Puerto Pizarro fue construido para albergar 400 reclusos; sin embargo, hasta la semana pasada tenía 1,126 presos, de los cuales 1,060 hombres y 66 féminas.
La sobrepoblación que hay en el penal tumbesino ha obligado a los internos a dormir en el piso. Existen celdas cuyo espacio es considerablemente pequeño, y albergan hasta a ocho internos.
“Esta bien que hayamos cometido algún tipo de delito, pero somos personas”, comenta un recluso, quien afirma vivir en el pabellón “A” que es considerado de mínima seguridad.
El interno indica que purgar condena en Puerto Pizarro “es como estar en el infierno, sobre todo en verano”.
Manifiesta que la temperatura aumenta a tal punto que es casi imposible conciliar el sueño.