Después de que el exfutbolista Roberto Martínez participara en El valor de la verdad, Gisela Valcárcel rompió su silenció y tildó indirectamente de traidor a su expareja, ya que aceptó sentarse en el sillón rojo el día del estreno del fenecido reality 12 Corazones, programa de GV Producciones que Tatiana Astengo condujo con poco éxito vía América Televisión.

"Cuando Roberto apareció con Beto, debo confesar que lo que sentí fue pena. No por él. Por los amigos que yo tenía en Frecuencia Latina. Él junto a otros planearon eso para un día de estreno mío, y eso, más allá de que sea yo o no, es duro de entender... Eso fue lo que me molestó; no que él hablara, ni de mí ni de las demás", expresó Valcárcel en declaraciones a su revista Gisela.

LO AMÓ

La conductora agregó que cuando una persona habla sobre su pasado, "es la verdad del que lo cuenta" y que ella sabe lo que calla. "Me hago responsable de lo que digo y siempre agradeceré haber compartido mi vida con las persona a las que amé y con los amigos que tuve", señaló.

La "Señito" indicó que ella puede perdonar una infidelidad pero no una traición.

"Es que la infidelidad podría no haber sido planeada; una traición obedece a un plan. Y cuando tú planeas algo, tú tienes tiempo de pensar. No es tu emoción. Lo piensas", concluyó.

EL DATO

El próximo sábado, a las 22.00 horas, Gisela volverá a las pantallas con el reality Mi hombre puede, donde se lucirá en la faceta de entrevistadora.

"No quiero el lado oscuro de las personas. A veces es más difícil sacar el lado claro", sostuvo.