Hace 27 años, Ricardo Bonilla recibió una propuesta que le cambiaría la vida para siempre. El actor recuerda que no lo pensó mucho y aceptó prestar su piel a un personaje que inmediatamente se convirtió en el compañero de Karina Rivera. Una dupla que marcó la vida de varias generaciones de niños que los colocaron como sus fieles amigos televisivos. Tras idas y venidas, encuentros y desencuentros, Bonilla en pleno 2022 sigue siendo Timoteo, bajo una carpa y en espectáculos masivos. El personaje es un regalo de vida que nunca imaginó.
¿Ricardo, cuánto tiene Timoteo de ti?
Uy yo creo que todo. Timoteo es un pillín y creo que es el niño de Ricardo Bonilla que siempre está presente. Estar con el disfraz puesto te permite ser un pequeño travieso, y aunque a veces me controlo y Karina también lo hace, siempre sale alguna travesura que no hemos marcado. Salen muchas cosas que improvisamos del momento, el espectáculo puede ser de una hora y media y terminamos en dos horas.
¿Los niños de hoy se divierten tanto como sus papás que sí fueron tus seguidores?
Creo que ellos disfrutan al ver a sus papás divertirse, eso es su vacilón, si su papá o su mamá carcajean, los niños están contentos con sus padres volviéndose como ellos por unos minutos.
¿En estos tiempos de juegos interactivos e internet, es fácil mantener la atención de los niños en un circo?
El sacarlos de su casa, de su hábitat normal, de los juegos y el televisor, ya eso para ellos es algo novedoso y mucho más si salen en familia. Ahora en temporada de circo, desde que entran por la puerta es ingresar a un mundo totalmente nuevo, diferente, entonces ya eso es una experiencia distinta, Hay chicos que dicen: Karina, hace dos meses mi papá comenzó a enseñarme tus videos y ya soy tu fan.
¿Te sorprendes del cariño de tus niños de ayer que permanece intacto?
Nuestro público fiel son treintones, son los chicos que nos vieron y hoy han crecido. Cada función es una emoción tremenda por parte de ellos, son los que nos dan la vida. Te agradecen por su infancia feliz, porque recuerdan que cuando su mamá trabajaba, los dejaban viendo la televisión y estábamos nosotros.
Es un cariño que va más allá de admirar a un personaje...
Los niños de hoy tendrán acceso a otra tecnología, pero siguen siendo niños, y los adultos volviéndose niños también comparten ese sentimiento que provoca ternura y no disimulan el cariño que te tienen. No te imaginas el contacto cuando terminamos la función y nos tomamos las fotos con el público. Entran llorando, queriendo abrazarnos, eso es un auténtico regalo.
¿Debido al éxito continuarán juntos Karina y Timoteo?
Estamos con todas las ganas de poder seguir. Hasta ahora, por cuestiones de derechos tenemos la autorización para trabajar hasta septiembre. Debemos sentarnos a conversar con los directivos de América Televisión, para poder estirar la licencia hasta diciembre, porque vienen los colegios, las fiestas de Navidad. Veremos la manera de llegar a un acuerdo, no sé todavía qué es lo que va a pasar.
¿Ves viable un programa de televisión con la dupla ganadora?
Con Karina tenemos muchas ganas de poder hacer televisión, no vemos las horas de poder concretar algo. También estamos dispuestos a conversar con América para plantearles nuestra propuesta. Nosotros produciríamos y entregaríamos el material al canal; eso es lo que nosotros tenemos en la mente. Ojalá se dé.
RICARDO BONILLA
Actor. Sus primeras clases de actuación las recibe de Reynaldo Arenas y Hudson Valdivia. Luego de labores de tramoyista en el Canout, ingresa a América Televisión donde desarrolla parte de su carrera con Karina Rivera y María Pía Copello.