Roberto Antier, actor, director y músico argentino, considera que ser integrante de Les Luthiers, mítico grupo humorístico-musical argentino, es “un sueño no soñado”, declaración que pasa a explicar con detalle.
“Uno de chico puede soñar con integrar un equipo de fútbol, pero Les Luthiers no lo es, ni tampoco una agrupación que integra gente. Mentiría si dijera que soñaba con alguna vez ingresar, como podría anhelar un violinista entrar a la Sinfónica en la que da una audición y si es mejor que otros queda. Aquí no era el caso, la agrupación no convocaba integrantes, sino que empezaron a incorporar reemplazantes y allí salió la oportunidad”, dice Antier que anuncia que Les Luthiers estarán el 21 y 22 de noviembre en el Gran Teatro Nacional, en su anunciada despedida de los escenarios tras 55 años de carrera.
¿Reemplazante es la palabra correcta? ¿Los que se fueron no son irremplazables?
Ser reemplazante creo que es una etapa, no es algo inherente a mí, no es que yo seré reemplazante el resto de mi vida. Yo ingresé a un grupo como reemplazante y luego fui titular, no tiene nada de malo ser reemplazante de toda esta gente que toda la vida hemos escuchado. Yo ya lo era sin que ellos lo supieran, en la familia me decían: hacemos el monologuito este y yo lo sabía perfecto, era reemplazante y no tenía problema en serlo, ¿Te molesta ser reemplazo de Messi? ¿Entendés? Cuando falleció Marcos (Mundstock), la gente me decía, cuando tu hijo te pregunte quién fue Marcos, decile que fue como un Messi, pero con las palabras.
Luego, ya trabajando con Les Luthiers, ¿los históricos te contaron por qué te eligieron?
Sí y no. Un día estaba haciendo un programa en la televisión con Juan José Campanella de director y me preguntó, ¿vos hiciste una audición con Les Luthiers?, sí, le respondí. Campanella me contó que ellos le dijeron que después de verme estaban convencidos de que estaba listo para subir con ellos al escenario al día siguiente, que la audición fue buenísima. Tres años más tarde, Marcos me lo contó en un ensayo que teníamos, y ahí me corroboró lo que años antes me había dicho Campanella. No había sido una gentileza, sino que había sido un diálogo que existió en serio.
Cuando ya empiezas a trabajar sostenidamente con ellos, ¿te preguntabas qué estoy haciendo aquí? ¿estabas consciente de la magnitud de la experiencia?
Eso fue en el debut mío en La Coruña, recuerdo que la noche del debut yo estaba en mi camarín, con el smoking, me llaman a escena y me encuentro con la compañía que conozco que saludan cuando entran y salen a ofrecer su espectáculo. Cuando me paré frente a la primera fila, ahí pensé lo que lo dijiste vos, dónde estoy, Después los años de experiencia te llevan a que te puedas aislar y te juegues un tenis de igual a igual.
El humor actual se ha vuelto muchas veces políticamente correcto ¿cómo lo ves?
Eso que dices creo que se extiende a la sociedad toda, a cualquier declaración, el que está hablando que vende cafeteras, que no se le escape una mala frase porque le cancelan las cafeteras. Hay como una cosa de inquisición, me molestan los que son incorrectos pero no piensan como yo. Estamos mil en una platea y si a uno le ofende el chiste, no está bueno que 999 nos adaptemos a la sensibilidad de un muchacho que tiene que hacer terapia para gestionar sus emociones porque entendés que todo es chiste, creo que en todo se trasluce la intención.
Ustedes están en otra línea...
Les Luthiers es otra corona, es otra góndola, es otro estante, es otro tipo de humor, siempre se buscó un humor inteligente en la redacción del chiste, y no hay que tener un doctorado de espectador, por eso nos vienen a ver chicos y muy chicos, y se ríen muchísimo. Nuestro humor está al alcance de todo el mundo. La inteligencia, el humor culto del que se habla de Les Luthiers, es en cómo está hecho, y cómo está diseñado el chiste.
Hay cierta percepción de que el humor de Les Luthiers es para gente inteligente, cultivada y que no todos los entienden.
Pero por suerte empiezan a circular en Tik Tok, por Whatsap, show de un minuto, y dicen, ah pero me morí de la risa con Les Luthiers, que empezó siendo un humor de compañeros de coro.
La palabra final marca esta gira de despedida...
Es una despedida que anunciaron los históricos Jorge Maronna y Carlos López Puccio, en enero de este año y se trata de una despedida de un año, son tantos los países que tenemos que recorrer y termina en enero del año próximo. Los demás amamos lo que hacemos y quisiéramos hacer algo parecido luego de, la decisión de Jorge y Carlos es cortar, pero soy actor comediante y músico, va ser obvio que voy hacer algo en esa línea de Les Luthiers, no lo sé, qué es lo que tendré permitido hacer, no lo sé.