Lorenzo Robles en la aclamada “El último bastión”, nos cuenta de sus logros en la carrera artística y de su expectativa por el retorno de la serie a las pantallas de TV Perú
Lorenzo Robles en la aclamada “El último bastión”, nos cuenta de sus logros en la carrera artística y de su expectativa por el retorno de la serie a las pantallas de TV Perú

Aunque se grabó hace un par de años, “El último bastión” fue una serie pensada para conmemorar los 200 años de vida repúblicana de nuestro país. Y, con esa excusa, el lunes pasado la serie volvió a la pantalla chica por la señal de TV Perú. En ese sentido, el actor Rodrigo Palacios nos contó las expectativas que le genera.

“Es increíble que la vuelvan a pasar, por más que haya estado en Netflix hay mucha gente que no tiene acceso a esta plataforma y la primera vez pasaron la serie era en un horario poco amigable y mucha gente me dijo que no la vio completa. Ahora está en un mejor horario y con gran difusión”, resaltó.

Me parece que se ha generado más expectativa...

Mucha gente se siente identificada con la serie porque cuenta el proceso de la independencia no desde el punto de vista de los héroes, los libros de historia y las láminas de Huascarán; sino desde el punto de vista de los ciudadanos de a pie, de todos los estratos sociales, de todos los colores, razas y profesiones. La gente ha podido ver que el proceso no solo estuvo a cargo de San Martín y Bolívar sino de un montón de gente como nosotros.

¿Sirvió para cambiar tu visión del proceso emancipador?

Yo mismo he aprendido de la historia del Perú preparándome para la serie y leyendo mis guiones, y creo que a la gente también le ha pasado eso: una cosa es que te la cuente un profesor y otra cosa es verla con caras. Para empezar yo no me acordaba mucho de esa parte de la historia del Perú, soy muy malo para la historia por más que lea, siempre me olvido.

¿Y en qué proyectos estás ahora?

Soy abogado de profesión y toda mi vida he trabajado así y hacía teatro -mientras el cuerpo y el tiempo me daban-, pero hace unos años renuncié a mi profesión de abogado por completo para dedicarme a actuar al 100%. Felizmente antes de la pandemia me llamaron para una consultoría, se formalizó el contrato y me quedé y llegó la cuarentena y el contrato se fue alargando. Felizmente, doy gracias al universo y a todos los dioses, porque estoy con trabajo.

¿No hiciste nada actoral en pandemia?

He tenido la oportunidad de participar en un par de proyectos y en una película independiente que ya está por salir. Aunque hoy por hoy estoy dedicado a mi chamba de asesor legal y dedicado a mi familia.

¿Cuando abrazaste tu vocación como primera fuente de ingresos, pensaste en volver al Derecho?

Renuncié a mi vida de oficinista y me fui a viajar por el mundo 10 meses, me reventé mis ahorros en un viaje sabático con mi esposa y, después de haber visto el mundo con otros ojos, dije que tengo que sacarme el clavo con la actuación.

Tu esposa fue la más feliz porque fue casi un año de “luna de miel”…

¡Tal cual! Pero eran ahorros de los dos. Un montón de gente con sus ahorros hace una maestría, se compra un departamento, nosotros decidimos irnos de viaje y visitamos cerca de 20 países. Salimos con la consigna de siempre ir hacia el este para no tener que volver y así darle la vuelta al mundo. Ese viaje fue un regalo, una experiencia alucinante y nos hizo ver el mundo de otra forma.

¿Pisaron los cinco continentes?

Esa era otra consigna, pisar al menos un país de todos los continentes, y la otra consigna era no planear, solo unos puntos claves. Visitar un montón de sitios lo decidimos en el momento y, a veces, nos quedamos hasta un mes en un lugar que nos gustaba. Nos íbamos a quedar un año en teoría pero la plata se nos fue acabando y regresamos a los 10 meses.

¿Quién tuvo la idea original?

La primera idea la tuve yo: siempre le decía a mi esposa por qué no nos vamos de viaje unos cuatro meses y nos reventamos los ahorros, y un día de la nada viene y me dice: ya vámonos, pero hagámoslo bien y vámonos un año, y fue increíble.

Rodrigo Palacios Pazos

40 años. Es un actor y abogado que estudió en los talleres de formación actoral de Bruno Odar, Alberto Ísola y Roberto Ángeles. Ha participado en diversas obras teatrales y en el televisión se hizo conocido por “El último bastión”.

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