Es considerado uno de los intérpretes más influyentes del vallenato moderno, orgullosamente colombiano y exponente de un género que suena en el mundo entero. Silvestre Dangond, que ofrecerá un concierto este 17 de agosto en Costa 21, considera que a su país, desde hace algunos años, ya le tocó el turno de exportar sus talentos. “Pienso que con el tiempo el universo nos dio el balón que hemos sabido aprovechar. Así como en una época lo tuvo México, Venezuela, llegó la oportunidad para nosotros, y lo importante es que hay artistas de toda clase, y de distintos géneros, lo que hace que sea mucho más amplio”, dice el intérprete de “Materialista” y “Cásate conmigo”.
Karol G es una de tus paisanas que últimamente reafirma el poderío colombiano en el mundo.
Es innegable no emocionarse con eso, cómo no te va a despertar un sentimiento de admiración verla de esa forma, yo creo que hay artistas que nunca van a llegar al nivel de hacer, como ella, cuatro estadios llenos como el Bernabéu. Así como no se me pasaba por la cabeza llenar el Campín de Bogotá y lo logré, en algún momento se me pasará por la cabeza hacer el Bernabéu, pero por qué, porque yo vi a una artista colombiana llamada Karol G, que lo hizo.
Con la que has grabado un tema que nos va a sorprender. Sí, en cualquier momento sale.
¿Y la has llevado a tu terreno o has ido al de ella?
Habrá algo de los dos géneros que ambos cultivamos, de los dos un poquito.
Esa fusión de la música tradicional colombiana y el pop es la que te ha dado el éxito. Y esa propuesta muchas veces no es entendida, se alteran más cuando haces una fusión, pero cuando grabas folclore, no lo comentan, no le hacen noticia a eso, entonces es algo desagradecido. A veces creo que no hay que darle esa fusión, porque el público purista no te apoya.
Esos puristas no entienden que muchas veces para mantener vigente el género hay que incluir nuevos elementos musicales. Hay muchas fusiones y hay muchas formas de evolucionar, yo musicalmente nunca dejo de combinar con el presente, porque es la única forma de mantenerse y así el oído se habitúa a los nuevos sonidos, a una nueva cultura, de ritmos, pero te repito, un purista critica para su conveniencia. Tú haces una fusión, te crucifican, trabajas algo puro, y no lo hablan, no lo comentan, porque creen que eso es una innovación.
¿Las críticas de ese tipo ya no las tomas en cuenta, especialmente las que son mezquinas?
Fastidian más que lo que me importan, porque siempre van llenas de veneno, cuando son objetivas sí son bonitas y tú les prestas atención. Por ejemplo, en estos días escribió el poeta del vallenato, Rosendo Romero, sobre mi interpretación del tema “Esa mujer es mía” y lo que dijo fue muy bonito y eso lo aplaudo. Que un crítico como él, un compositor exitoso, se tome la tarea de hablar de la canción, de mi interpretación, del ritmo como tal, eso me gusta.
Lo importante es que tú conoces, has bebido de las fuentes del vallenato, sabes lo que estás haciendo, no eres un improvisado. Es así, tienes razón, a algunos les duele reconocer que yo diga la verdad, pero es así, yo vengo de la mata, no necesito esforzarme para hacer la mata, me sale de manera natural, no tengo que ponerme a inventar, así con mi esencia natural interpreto un vallenato.
Y a partir de allí tienes todo el derecho y autoridad para fusionar, para hacer el vallenato más internacional, porque conoces las raíces. Si no fuera más difícil. Si es que no fuera genuino tendría que buscar ayuda, y debería buscar que me hagan el trabajo; si es que fuera superficial no conectaría con la gente.
No solo a nivel musical, también hay quienes cuestionan tu vida personal. Siempre me han criticado, y yo agradezco haber salido de mi pueblo en el 98, llegar a Bogotá a buscarme un espacio y de allí para Estados Unidos en el 2012, y aquí sigo. Esas tres movidas han definido mi carrera, me definieron, crearon una visión totalmente diferente respecto a lo que es la industria, la música y sobre todo me formaron para seguir en esta carrera que siempre será mi pasión.