Con más de 250 mil espectadores en su primera semana de exhibición, la película “Vivo o muerto: El expediente García” ha resultado todo una éxito de taquilla que ha sorprendido a sus realizadores, quienes apuestan por una historia en la que el suicidio del exmandatario peruano da como resultado una cinta cargada de drama y misterio, elementos imprescindibles de la trama. “A mí no me gusta dar nada por sentado, pero, cuando estaba comprometida con el proyecto, de hecho decía, va a ser una historia que dará que hablar. Con todo el trabajo previo que hice con el director para construir el universo de la película, me sentía más comprometida con el proceso, sin pensar tanto en el resultado”, dice Stephany Orúe, la periodista Carmen Ríos en la historia.
Tu personaje es una periodista que toma con mucha pasión la investigación sobre la muerte de Alan García, ¿cómo fue tu preparación?
Mi primer acercamiento, después de haber leído el guion, fue el libro en el que está basada la película, allí ya había una voz, alguien que cuenta un poco la investigación. Después evidentemente vi videos de lo que sucedió, de los hechos reales y también por ahí algún que otro video sobre reporteros, más que nada para ver técnicamente cómo se manejan cuando estás en el campo.
¿Tomaste a una periodista como referente? No hubo una periodista o un personaje en particular que me haya servido como referente, acá más bien hemos construido el personaje de la mano con Coco (Jorge Prado, director). Fuimos creando su universo personal, su biografía, cómo fue creciendo, por qué para ella es tan importante este caso en particular, cómo le toca directamente. El personaje lo hemos ido construyendo de la mano del director.
¿Eres una actriz que tiene una vasta experiencia en teatro, en televisión, en cine también, eres una profesional apasionada con tu trabajo? Sí, claro, obvio, tengo la fortuna de vivir de mi pasión, y eso no se puede lograr siempre en un país como el nuestro, entonces tomo cada oportunidad y cada reto como una oportunidad de vivir a plenitud mi profesión, no me queda otra opción. Siempre quise ser artista, vivir en los escenarios cantando, bailando, interpretando personajes, porque lo que me apasiona es el arte en general, pero en particular el arte de la interpretación, disfruto mucho construyendo personajes, viviendo otras vidas. .
La preparación constante es básica para un profesional en la actuación, pero también hay quienes triunfan por un talento innato, es la eterna polémica.
Bueno, yo pienso que efectivamente hay quienes nacen con un talento innato, claro que sí, es como un diamante que tú tienes, pero también creo que hay que pulir ese diamante siempre. Estoy segura que ese talento sin preparación, sin un constante trabajo de crecimiento, no va a evolucionar. Uno debe seguir preparándose, nunca se termina de aprender.
Estamos en una semana en la que tres películas peruanas se encuentran en los tres primeros lugares de taquilla, con público y crítica diversa, de uno y otro lado.
Estamos viviendo actualmente una etapa muy fértil de nuestro cine, de nuestra industria y eso es positivo, además ver distintas propuestas, distintos géneros, refleja que somos un país muy rico. También tenemos oscuridad en nuestra sociedad, en nuestra realidad, entonces eso es lo que ahorita está reflejando el cine, y me parece, algo muy positivo para el público y para nosotros. El público está esperando que las producciones sean de calidad y lo cual es positivo, claro que también hay el hater, el público destructivo, pero bueno ese va estar siempre.
En el mundo entero hay gente que sale a opinar de lo que no sabe, de lo que nunca ha hecho.
Exacto, pero hay que aprovechar lo que estamos viviendo ahorita y que el público vaya a apoyar al cine peruano, hay que disfrutar de las nuevas propuestas, y del buen cine que se puede hacer.
Y sin prejuicios, hay que dejarlos fuera del cine cuando vas a ver una historia, ya luego puedes dar tu opinión.
Claro, hay que ir a disfrutar, el gusto es subjetivo. Pero tú mismo te limitas si vas con prejuicio, porque no te estás dando la oportunidad de vivir el viaje, completo, de disfrutar del cine, que es algo maravilloso.