Tras diez días, la feria gastronómica Mistura llegó ayer a su fin con la asistencia de cientos de personas al campo ferial ubicado en la Costa Verde de Magdalena.
El último día de feria se caracterizó por las largas colas, playas de estacionamiento repletas, gran congestión vehicular y falta de mesas donde comer los variados platillos que se ofrecían en los stands.
Como las mesas y las bancas estaban ocupadas, la gente comió incluso en el suelo, sentada en los jardines y en los bordes de las veredas.
El chancho al palo y a la caja china fueron los platillos más solicitados por los comensales, que desde el primero hasta el último día de la feria formaron largas colas en los puestos.
Clausura. Los 1200 espacios de parqueo dispuestos por la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) no bastaron para la gran cantidad de vehículos, que se acomodaron en estacionamientos informales de los alrededores.
Los buses alimentadores del Metropolitano llegaban repletos al recinto ferial, con más de 80 personas en cada viaje.
Una gran congestión vehicular se registró desde muy temprano en el circuito de playas, donde los vehículos avanzaban lentamente tanto para ingresar como para salir por las bajadas Marbella, Sucre, Armendáriz y San Martín.