Quien crea que 30 grados de temperatura y un sol radiante en el cielo son las únicas excusas para sentarse frente a un helado, quizás nunca oyó hablar del affogati. Esta es una experiencia atemporal, tan buena en febrero como en este octubre que no se decide a darle paso a la primavera.

La receta es simple, pero a la vez genial, como toda buena preparación italiana: helado sumergido en chocolate para taza. Nos advierten que también se puede pedir bañado en café, lo cual es interesante. Laritza D' se enorgullece de haber creado un "blend" cafetero con granos de Villa Rica, La Convención, Ayacucho y Cajamarca, una mezcla que se luce en el cappuccino.

Con sabor y tradición. La combinación de elementos peruanos con europeos es una constante desde que, en 1993, Roberto De Gasperi, un inmigrante italiano de la región de Biella, decidió fundar la gelateria. "Tratamos de usar los mejores insumos del país, complementándolos con otros importados, que no se producen aquí como la pasta de avellanas", comenta Rocco Muzio, maestro heladero de la firma.

Su afán por combinar productos y técnicas del Viejo Mundo con los sabores nacionales lo ha llevado a crear fusiones como el helado de algarrobina (hecho con extracto 100% de huarango), el de suspiro a la limeña (que se lanzó en la temporada de Fiestas Patrias) y el de pisco sour (elaborado con un acholado premium de la marca Larroca).

A pedir de boca. En Laritza D' han revolucionado el uso del cacao. Se le presenta en 13 formas distintas y para muestra está el Fracesca, el helado estrella de la casa. Consiste en una mixtura de base de chocolate, fudge y brownie negro cuyo resultado final no solo es agradable a la vista y el paladar, también posee gran potencial calórico, como para ratificar el hecho de que cualquier época del año es buena para disfrutarlo. "Nuestro helado te calienta en el invierno y te alimenta. Tiene contenido, pesa", agrega Muzio.

Más que una crema ligera, lo que se ofrece en Laritza D' son postres en todo el sentido de la palabra. El de pie de limón, por ejemplo, lleva al cono la experiencia del dulce original, tanto en textura como en sabor. El secreto, según el representante de la marca, consiste en tomar como guía las recetas clásicas.

"A pesar de que contamos con una planta, la forma de trabajo es artesanal. Seguimos las preparaciones tradicionales", señala. Luego, coge una larga cuchara de metal y prueba una de sus creaciones de una copa de cristal. Basta de palabras, es hora de disfrutar.