“Si miramos con atención, el chocolate no forma parte de nuestro día a día, ni de nuestro acervo culinario”, comenta Vanessa Rolfini
“Si miramos con atención, el chocolate no forma parte de nuestro día a día, ni de nuestro acervo culinario”, comenta Vanessa Rolfini

Qué hacer para que comamos más chocolate en Perú? Superar esa barrera de 500 gramos per cápita que no cede desde hace un buen tiempo, donde entran todas las versiones de chocolates, desde las más industriales hasta las más artesanales nacionales e importados. Imagino que esta misma pregunta se la hacen todos los involucrados en el sector del cacao y el chocolate, porque ampliar el mercado, posicionarse, entrar en el carrito de compras o en la lista de mercado y deseos del consumidor final no es cosa fácil. Ciertamente, la percepción del chocolate ha cambiado significativamente en años recientes, donde pasó de ser el villano causante del acné o la obesidad, a un super alimento, incluso mucho de los argumentos dan a entender que cura ciertos males del cuerpo y hasta del alma.

Si miramos con atención, el chocolate no forma parte de nuestro día a día, ni de nuestro acervo culinario. Contrargumentarán alegando que ahora hay postres con chocolate por todos lados. Yo les daré la razón, pero también les diré que no es suficiente. Basta acercarse a la bodega o a la caja en el supermercado y son pocas las opciones de calidad en rangos intermedios de precios, donde son muy baratos y más que chocolate, son sucedáneos (tienen cacao pero no suficiente) altos en azúcar y grasas hidrogenadas y en el otro extremo, se ubican los de mejor calidad que resultan más costosos, considerando que una tableta promedio está entre los 14 y los 20 Soles, que supera un menú promedio para el almuerzo.

Placer que reconforta

En bodegas, supermercados, a tiendas de productos saludables o bioferias me quedo pensando, dónde están los chocolates de calidad que entran en el rango de precios intermedios. Para que integre nuestra lista de compras, tengamos claro que no está hecho para saciar el hambre, sino para proporciona placer, gusto, reestablecer la energía, perfecto para establecer una conexión emocional. Repitamos como mantra, que el chocolate no es un deseo culposo.

El descanso en el trabajo, el recreo en el colegio, el rato a solas, el compartir con la familia y los amigos, al chocolate hay que insertarlo ahí. Además de ampliar las opciones, porque no todo es tabletas. Además, su elaboración ha mejorado sustancialmente, con menos azúcar, mejor tratamiento de los granos y combinados con otros ingredientes igual de buenos para la alimentación.

Los países que más consumen chocolate con 8, 9 y hasta 13kg. per cápita, tienen inviernos particularmente fríos, entonces, una taza de chocolate es sinónimo de calentar el cuerpo, de un espacio de confort. Siempre me he preguntado por qué en Lima, por ejemplo, con más de ocho meses de frio y humedad, básicamente se bebe chocolate caliente en verano. Invito a todos a que pensemos juntos, cómo hacer para que el chocolate nos acompañe día a día, tiene todo para ser el mejor compañero, pero no hemos encontrado la estrategia idónea para que esos 500 gramos se dupliquen o tripliquen.