Buscando a Nemo es una de las películas animadas más recordadas de Pixar y Disney. La dramática historia de Nemo para reencontrarse con su padre, Marlin, cautivó a miles de niños en el 2003, pero se ha descubierto que la cinta cometió un grave error.
Una investigación realizada por Suzanne Mills y Ricardo Beldade reveló que el reencuentro de Nemo y su padre sería imposible. La razón es que los peces payaso machos, ante la muerte de la hembra, sufren un cambio hormonal y mutan a hembra.
En el caso de los peces payaso, las hembras cuidan el territorio para alertar sobre un depredador y los machos cuidan de los huevos. Este es el caso de Nemo, quien, luego de la muerte de su madre, queda al cuidado de su padre, pero termina perdido.
Al final de la película vemos a Nemo reencontrarse con Marlin y Dory. Sin embargo, científicamente, esto no podría haber ocurrido. El estudio, que duró varios años observando a los peces payaso, llegó a la conclusión que, luego de la muerte de la hembra, el macho asume el rol y pone sus propios huevos. Esta transición empieza en el cerebro y luego avanza hasta el aparato reproductor.
"Los peces payaso no se mueven de la anémona durante toda su vida. El individuo más grande es la hembra, y si esa hembra muere, el macho -el papá de Nemo- cambia de sexo y se convierte en una hembra reproductiva. Así que cuando Nemo finalmente vuelve a su anémona al final de la película, en realidad se encuentra con su madre", señaló Suzanne Mills en un comunicado.
De esta manera, la historia de Buscando a Nemo siempre fue equivocada; no obstante, es una película que solo buscó entretener.
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