Día de la Madre: La inolvidable despedida de la mamá de ‘Carlitos’ de ‘Rugrats’ antes de fallecer
Día de la Madre: La inolvidable despedida de la mamá de ‘Carlitos’ de ‘Rugrats’ antes de fallecer

Falta poco para celebrar el ‘Día de la Madre’ y los jóvenes que nacimos en la década de los 90´s recordamos con cariño un popular programa infantil que además de darnos momentos de diversión, también nos regaló uno de los episodios más emotivos en torno a esta celebración centrado en el personaje de ‘Carlitos’ de la icónica serie Rugrats.

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Carlos Finster, conocido como ‘Carlitos’ en el programa, era el mayor del grupo de bebés protagonistas del show que narraba las divertidas “aventuras en pañales”. Su personaje fue presentado como un niño asustadizo de una familia monoparental desde la trágica muerte de su madre.

El especial por el ‘Día de la Madre’ se presentó en el segundo capítulo de la cuarta temporada de Rugrats un 6 de mayo de 1997 en Estados Unidos. En ese capítulo nos revelan la que había sucedido con la madre el pequeño pelirrojo.

Carlitos encontró la fotografía de una mujer y se la mostró su padre, Carlos. Este, conmovido, decidió hablar con su hijo sobre el tema, siguiendo el consejo de Didi, la mamá de Tommy.

Carlos le dijo que aquella mujer era su madre, Melinda, quien solía plantar flores y jugar con él cuando era una bebé, por ello no la recuerda. Además, le mostró su diario, iniciado durante su tiempo en el hospital, y un poema que había escrito para Carlitos antes de fallecer.

“Mi dulce y pequeño Carlitos.
Aunque deba dejarte atrás,
este poema te dirá en dónde podrás encontrarme:
cuando sople un delicado viento, será mi mano que toca tu rostro,
y cuando el árbol te dé refugio, seré yo dándote un abrazo.
Cuando el sol te provoque pecas, seré yo jugando con mi pequeño.
Cuando la lluvia te moje el cabello, serán mis lágrimas de felicidad.
Cuando el largo pasto te cubra, seré yo que te abrazo con fuerza.
Cuando el cordero cante, seré yo susurrándote de noche”.

Carlos, emocionado tras este momento, enmarca la fotografía de su difunta esposa junto al poema y la dispone sobre un mueble. Mientras observa a los niños jugar en el jardín, apartado de los adultos, se dirige a sus amigos, diciendo: “¿Ven, chicos? Sí tengo una mamá. Ella está aquí en las flores y en las nubes, y en el paso, también, en el sol y en el viento”.


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