Aracely Quispe siempre quiso trabajar cerca de la Luna. El esfuerzo por lograrlo la llevó a superar muchas barreras que le impedían hacer realidad el sueño que, desde los 6 años, contemplaba gracias a su más ferviente admiración por Neil Amstrong, el primer hombre en pisar la Luna.
Hoy se ha convertido en una integrante del grupo de ingenieros más respetados que existe en la Nasa. Eso fue lo que siempre tuvo en su mente, a pesar que que en su localidad existieran muchas carencias, como la falta de luz y agua.
Cuenta en una entrevista concedida a la BBC, obtuvo una beca para practicar tres meses de karate y hasta llegó a ser cinturón negro. Fue uno de los torneos que la llevó a Estados Unidos. Poco a poco fue acercándose al objetivo que se trazó desde niña.
Ella se graduó en ingeniería de sistemas, dando un gran salto de vivir en una zona rural a mudarse a Estados Unidos.
"Actualmente formo parte de la misión más novedosa y billonaria que tiene la Nasa hasta el momento", dice Aracely emocionada en la entrevista.
Es líder
Cada cierto tiempo Aracely viene al Perú y da charlas motivacionales a los jóvenes, aconsejándoles que todo es posible de alcanzar con esfuerzo y dedicación.Hace ocho años, Quispe postuló a la misión del Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) de la NASA, un satélite no tripulado que desde 2009 orbita la Luna y manda informaciones a la Tierra.
Ella ingresó como ingeniera de vuelos y operaciones a la LRO y más tarde ascendió a líder de equipo. "Se me concedió mi gran deseo", revela.
Contó que su trabajo Era tener información de primera mano de la Luna y distribuirla entre la comunidad científica, y sentir que eres parte de un proyecto que "va a aportar a la ciencia y por ende a la humanidad".