Augusto Pinochet disponía de armas químicas
Augusto Pinochet disponía de armas químicas

El régimen del dictador chileno Augusto Pinochet dispuso de toxinas botulínicas suficientes para matar a miles de personas dentro y fuera de Chile, según reveló la exdirectora del Instituto de Salud Pública (que depende del Ministerio de Salud), Ingrid Heitmann.

La historia se remonta a la década de 1980, cuando el régimen de Pinochet estaba en tensas relaciones con Argentina, Perú y Bolivia, además de enfrentar protestas en el interior del país por la crisis económica.

Heitmann relató a la agencia DPA que las toxinas permanecieron en secreto durante 27 años en un subterráneo del Instituto de Salud Pública (ISP), y en el 2008 fueron descubiertas e incineradas en secreto, sin informar al Gobierno, encabezado entonces por la presidenta Bachelet, ni a la justicia.

Según las revelaciones de Heitmann, quien en los primeros años de la dictadura fue detenida y torturada dos veces por los equipos represivos, se trata de "dos cajas llenas de ampollas con toxina botulínica, suficientes para matar a la mitad de Santiago". En las cajas faltaban algunas ampollas.

Insistió en que las sustancias fueron halladas por casualidad cuando ella ordenó hacer una limpieza de los refrigeradores del subterráneo. "Si no lo ordeno, seguirían allí", declaró.

Tras conocer la información, los expresidentes chilenos Eduardo Frei y Michelle Bachelet mostraron su conmoción por la revelación. "¿Por qué definitivamente no avanzamos para hacer justicia y tener la verdad?", se preguntó Frei.

La toxina botulínica es un veneno extremadamente peligroso y un arma de destrucción masiva prohibida por las Convenciones de Ginebra y la Convención sobre Armas Químicas.