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Autoridades del sulfanato de Brunéi anunciaron que a partir de la próxima semana la intimidad entre homosexuales y el adulterio será castigado con pena de muerte por lapidación, según AFP.
Tras el endurecimiento de la ley, los grupos de defensa de los derechos humanos reaccionaron con espanto por las medidas adoptadas en la mencionada nación.
La homosexualidad ya era considerada un infracción y se castigaba hasta con 10 años de prisión. Sin embargo, ahora será un delito capital que solo se aplicará a los musulmanes.
Brunéi, país que practica un islam más estricto que sus vecinos Malasia e Indonesia, también castigará con la amputación de una pierna y un pie a las personas que cometan robos.
Al delincuente se le amputará la mano derecha a la primera vez que sea atrapado cometiendo un acto delictivo y si incurre por segunda vez su pie izquierdo será cortado.
La Amnistía Internacional se pronunció este miércoles e instó a Brunéi a que "detenga de inmediato" la aplicación de su nueva legislación.
"Brunei debe detener inmediatamente sus planes para implementar estos castigos viciosos y revisar su código penal en cumplimiento de sus obligaciones de derechos humanos. Legalizar semejantes penas crueles e inhumanas es algo atroz", expresó Rachel Chhoa-Howard, quien es responsable de esta organización.
"Algunas de las posibles" ofensas "ni siquiera deberían considerarse crímenes, incluido el sexo consensual entre adultos del mismo género", agregó.
