Desde el viernes, vive en un caos insostenible, cuando cientos de ciudadanos radicalizaron sus protestas y desataron el caos social a raíz del aumento de precios en los servicios del metro en la capital Santiago.

Pese a que el propio Gobierno retirara la medida el sábado, la situación se agudizó con violentas protestas en otras ciudades, que sufrieron más incendios, protestas y saqueos. El presidente  ha buscado controlar el caos con el apoyo de las fuerzas del orden, pero los enfrentamientos dejan una lamentable cifra de 11 fallecidos y 1500 detenidos hasta hoy lunes.

Así informó a la prensa Karla Rubilar, intendenta de la Región Metropolitana, quien además reconoció que las fuerzas del orden se vieron sobrepasadas por momentos y que no pudieron llegar a tiempo para evitar algunos de los actos vandálicos que continuaron pese al toque de queda.

En uno de estos incendios, en un gran almacén de ropa de Santiago, fallecieron cinco personas, mientras que en otro incendio en un gran comercio de productos de construcción fallecieron otras dos personas y una víctimas más se encontró en otro incendio en un supermercado en la calle santiaguina de Matucana, lo que situó el total de decesos por los actos violentos de esta jornada en ocho, que se suman a los dos reportados hasta esta pasada madrugada.

Los estudiantes llamaron a nuevas manifestaciones para hoy. Chile amaneció con gran parte del metro dañado: 78 estaciones y vagones dañados, con destrozos valorizados en 300 millones de dólares.

Las calles del centro de Santiago reflejan la destrucción y el caos: semáforos en el suelo, restos de autobuses quemados, comercios saqueados y miles de piedras y palos sobre las calles.

Y, para vencer en esta "batalla", el Gobierno declaró ya el estado de emergencia, totalmente o en algunas de sus comunas, en 10 de las 16 regiones de Chile: la Región Metropolitana (en la que se ubica Santiago), Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Maule, Concepción, Bío Bío, 0'Higgings, Magallanes y Los Ríos.

Miles de militares se han desplegado por distintas zonas del país para tratar de recomponer el orden, hasta el punto de configurar algunos escenarios callejeros como frentes de guerra. Así lo parecía la céntrica Plaza Italia de Santiago, donde en las horas centrales y parte de la noche de ayer se registraron fuertes enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

En diferentes comunas del país, los ciudadanos han hecho sonar sus cacerolas para demandar un cambio en la forma en que el Gobierno gestiona la educación, la salud o las pensiones, problemas de fondo tras este estallido popular que pilló de improviso a las autoridades.