De acuerdo con la organización Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC), en la cita primaron intereses particulares (Foto: REUTERS/Yves Herman)
De acuerdo con la organización Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC), en la cita primaron intereses particulares (Foto: REUTERS/Yves Herman)

Durante dos semanas, casi 200 países firmantes del Acuerdo de París de 2015 se reunieron en Glasgow -en el marco de la 26 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la COP26-, a fin de lograr compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y limitación del calentamiento global global.

El objetivo estaba fijado de antemano, pues los expertos del clima lo han repetido como una suerte de mantra: tomar medidas para no incrementar en más de 1.5 °C -o 2 °C como máximo- la temperatura del planeta para 2100 o las consecuencias para la vida serán catastróficas. Sin embargo, la visión económica a corto plazo ha enturbiado las negociaciones.

“Lamentablemente, en esta COP, se han sentido mucho los intereses. Nadie quiere dejar los combustibles fósiles o las energías sucias, porque para los países son vitales para el crecimiento, pero ya sabemos que ese crecimiento ha alterado el equilibrio ecológico”, advierte Osver Polo, quien asistió a la cumbre como miembro del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC), organismo que ha sido representante de la sociedad civil peruana en la COP26.

La adhesión a los combustibles fósiles se hizo expresa en las postrimerías de la cita, cuando la India propuso un cambio de último momento en el texto del acuerdo final para suavizar la postura frente al carbón mineral, una de las mayores fuentes de CO2. La modificación supuso que se hable ahora de una “reducción progresiva”, en lugar de “eliminación” del carbón.

Además, el texto final postula que se deben acabar los subsidios “ineficientes” a combustibles fósiles, lo cual no impide que los países puedan seguir destinando ayudas financieras para hidrocarburos.

“¿Cómo puede esperar nadie que los países en desarrollo hagan promesas de eliminar el carbón y los subsidios a los combustibles fósiles? Tenemos que sacar adelante nuestros programas de reducción de la pobreza”, argumentó el ministro indio de Medio Ambiente, Bhupender Yadav.

Entre los avances que consagra el acuerdo final figura el compromiso de los países de revisar y fortalecer el año que viene sus objetivos nacionales de reducción de emisiones (conocidos como NDC, por sus siglas en inglés) para 2030.

De igual forma, se dan pasos, aunque todavía tibios, hacia una mayor financiación de los países ricos para que los Estados en desarrollo puedan aumentar sus capacidades de adaptación al cambio climático y compensarles por los efectos del calentamiento que ya sufren.

“Los países en desarrollo están con la soga al cuello en la cuestión climática y van a tener que esperar por dinero”, lamenta Polo.

Para organismos como Greenpeace, el acuerdo de la COP26 “es sumiso, es débil y el objetivo de 1.5 °C apenas está vivo”. En esa línea, el secretario  general de la ONU, Antonio Guterres, manifestó que la COP26 de Glasgow logró “pasos hacia adelante que son bienvenidos, pero no son suficientes”, pues el mundo sigue estando a las puertas de una “catástrofe climática”.

Perú y Latinoamérica. En esta COP26, el Perú no se vio representado por el presidente, como sí ocurrió en el caso de la mayoría de países vecinos. No obstante, según Polo, la delegación nacional ha mostrado avances como un plan de adaptación al cambio climático. El problema, sin embargo, es mostrar cómo se desarrollará. “En su mensaje a la nación y en la Asamblea General de la ONU, el presidente Pedro Castillo se ha comprometido [a luchar contra el cambio climático]. Entonces, que empiece a operativizar y ejecute. Es la tarea que falta por hacer”, comenta el miembro del MOCICC.

Por otro lado, Polo también menciona que hace falta un frente común en Latinoamérica para encarar las negociaciones. “Se necesita tener una voz conjunta para abordar los temas centrales que nos preocupan como región: adaptación, pérdidas y daños” por fenómenos climáticos, así como financiamiento, advierte; asimismo, protección de los ecosistemas. “Como región, nos falta tener ese diálogo”, agrega.

TAGS RELACIONADOS