Un trabajador de la salud lleva hisopos tomados de pasajeros de un vuelo para ser examinados a su llegada al Aeropuerto Internacional de Carrasco en Ciudad de la Costa, Departamento de Canelones, cerca de la capital de Uruguay. (Foto: Pablo PORCIUNCULA / AFP)
Un trabajador de la salud lleva hisopos tomados de pasajeros de un vuelo para ser examinados a su llegada al Aeropuerto Internacional de Carrasco en Ciudad de la Costa, Departamento de Canelones, cerca de la capital de Uruguay. (Foto: Pablo PORCIUNCULA / AFP)

Unas 12.000 personas de 50 nacionalidades han ingresado a Uruguay desde el pasado 1 de noviembre, cuando se abrieron las fronteras para todos aquellos que hayan completado el proceso de vacunación contra el COVID-19.

Así lo afirmó este viernes a la prensa el ministro de Defensa Nacional, Javier García, quien agregó que el país suramericano rechazó el ingreso de 96 personas por no cumplir con las condiciones establecidas.

”Desde el primero hasta ayer a la medianoche fueron 12.081 ingresos, pertenecientes a 50 nacionalidades diferentes, la gran mayoría argentinos y brasileños, pero destaco el número porque habla de un espectro importante”, señaló.

Asimismo, puntualizó que se implementará un refuerzo en los pasos de frontera ante el aumento de personas que buscan ingresar a Uruguay.

”Hicimos un convenio para proveer en el entorno de 14 funcionarios del Ministerio de Defensa que van a apoyar en las tareas de los trabajadores de Aduana”, apuntó. Uruguay abrió este lunes sus fronteras al “turismo sano”, como lo calificó el subsecretario de Turismo del país suramericano, Remo Monzeglio.

El decreto emitido la semana pasada por el Ejecutivo del centrodereechista Luis Lacalle Pou habilita a entrar a todos los extranjeros con el esquema completo de vacunación -ya sea de una o dos dosis-, un test PCR negativo hecho en las 72 horas previas al arribo y una declaración jurada presentada vía web.

Pese a que los turistas no deben guardar cuarentena al llegar, sí tendrán que someterse a otro PCR siete días después del ingreso.

Desde marzo de 2020, cuando se declaró la emergencia sanitaria por el COVID-19, Uruguay mantenía cerradas sus fronteras y únicamente se permitía el ingreso a uruguayos y residentes, así como a foráneos con autorización especial (por motivos diplomáticos, familiares o laborales, entre otros) y, desde el 1 de septiembre, a quienes tuvieran propiedades en el país.

El Gobierno ha ofrecido dosis de refuerzo a los turistas adultos y vacunar a los menores de edad que les acompañen.

Fuente: EFE

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