México. (Foto:AP)
México. (Foto:AP)

Con una tradicional ofrenda por el a la pintora Frida Kahlo, celebra entre coloridas flores, comida y calaveras de cartón, a grandes artistas que han perdido la vida debido a las pandemias.

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El altar, erigido en la antigua Casa Azul, el hogar en la Ciudad de México donde Kahlo vivió con su esposo, el muralista Diego Rivera, es una instalación del creador francés Jean Paul Gaultier, inspirada en uno de sus emblemáticos autorretratos, titulado “La Mesa Herida” (1940).

Con altar de Día de Muertos a Frida Kahlo, México recuerda a artistas fallecidos por pandemias. (Foto: Reuters)
Con altar de Día de Muertos a Frida Kahlo, México recuerda a artistas fallecidos por pandemias. (Foto: Reuters)

En la pintura, la artista mexicana aparece sentada frente a una mesa de madera con manchas de sangre que ocupa el centro de un sombrío escenario, mientras es acompañada por unos niños, un venado, un esqueleto y una figura antropomorfa.

Tradicionalmente, los mexicanos construyen altares del Día de Muertos en sus hogares y en el exterior, donde colocan fotografías de los muertos y artículos que disfrutaron en vida.

Gaultier tomó la imagen para crear el altar en el que la calavera sonriente de Frida departe entre viandas y flores de cempasúchil con artistas como Moliere y Sor Juana Inés de la Cruz, que como ella fueron convidados a cruzar el inframundo para celebrar con los vivos, según las creencias prehispánicas.

Debido a la pandemia de coronavirus, la Casa Azul, ahora convertida en un museo, ha estado dosificando el ingreso de visitantes por lo que es posible hacer largas filas antes de recorrer la ofrenda, llamada “La Mesa Restaurada”.

Una celebración diferente

La celebración del Día de Muertos en México este fin de semana no será igual que en otras ocasiones en un año tan marcado por la muerte, en un país en el que más de 90.000 personas han fallecido por COVID-19.

Muchas de estas víctimas han tenido que ser cremadas en vez de enterradas, pero incluso para quienes tienen muertos que visitar, la pandemia ha obligado a las autoridades de la mayor parte de México a cerrar los cementerios a fin de evitar las tradicionales visitas del 1 y 2 de noviembre en que familias enteras limpian y decoran las tumbas con veladoras y flores de cempasúchil, y conversan con sus difuntos, quizá con un vaso de su bebida favorita.

Por mucho tiempo, México ha tenido una actitud diferente ante la muerte, más social, con una mayor aceptación que en muchas otras partes del mundo. Los velorios y funerales en México suelen ser eventos elaborados que duran días y en los que se reúnen vecindarios enteros y parientes lejanos para comer, orar y recordar.

Decenas de personas realizan compras hoy, un mercado en el puerto de Acapulco, en el estado de Guerrero (México). EFE/ David Guzmán
Decenas de personas realizan compras hoy, un mercado en el puerto de Acapulco, en el estado de Guerrero (México). EFE/ David Guzmán

Sin embargo, la muerte en medio de la pandemia ha sido una situación mucho más solitaria; no sólo los velorios están prohibidos, sino que muchas familias no han podido estar con sus seres queridos en sus últimos momentos y ni siquiera pueden ver el cadáver debido a las medidas sanitarias para evitar la propagación del virus.

Pero de cierta forma, el Día de Muertos de este año ha llevado a la celebración de regreso a sus raíces, quitándole muchas de las capas culturales e innovaciones modernas que habían empezado a influenciar este día en años recientes.

De varias maneras, se ha reducido a los orígenes de la celebración: altares sencillos para invitar a los muertos a regresar a casa por una noche, encendiendo veladoras para guiar a los espíritus de vuelta y su comida y bebida favoritas para atraerlos a casa. Confinados en los hogares, esta es una de las actividades más seguras, si bien hay algunos intentos de hacerlo también vía internet.

“En esta ocasión el Día de Muertos nos convoca a la virtualidad, nos convoca a honrar a nuestros seres queridos a través de una serie de actividades virtuales”, dijo el secretario de Cultura de la Ciudad de México, José Alfonso Suárez del Real, al invitar a la población a publicar fotografías y videos de sus altares en un portal del gobierno de la ciudad. “Es fundamental recuperar y retomar los altares para nuestros muertos, son altares domésticos”.

Una de las funerarias más grandes del país, Gayosso, ha lanzado “Lazos”, un sistema en línea para el envío de flores directamente a las tumbas y mausoleos. Y, debido al cierre de estos espacios por el riesgo de contagio de COVID-19, la compañía ofrece misas virtuales para honrar a los difuntos.

Se hace un altar u ofrenda a los seres queridos de cada persona que murieron, con la intención de dialogar una vez más con ellos. (Foto: ome_productora - Instagram)
Se hace un altar u ofrenda a los seres queridos de cada persona que murieron, con la intención de dialogar una vez más con ellos. (Foto: ome_productora - Instagram)

Nacida de los rituales prehispánicos que podían durar hasta 20 días, y combinada con elementos europeos traídos por los españoles, la celebración del Día de Muertos está arraigada en la idea de que las almas de los difuntos deberían sentirse queridas y saber que tienen un hogar; de otra manera, podrían vagar sin rumbo fijo.

Esto ha llevado en ocasiones a preparativos extraños y elaborados. En algunos pueblos y vecindarios, las familias prenden pequeñas fogatas afuera de sus casas y crean un camino con pétalos de flores de cempasúchil hasta la puerta a fin de guiar a las almas. En algunos pueblos indígenas, en estas fechas, los familiares sacan de los osarios los huesos de sus ancestros para darles limpieza.

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