Trump anunció una orden ejecutiva que establece la política de su administración para reconocer únicamente los sexos masculino y femenino, basándose en criterios biológicos.
Trump anunció una orden ejecutiva que establece la política de su administración para reconocer únicamente los sexos masculino y femenino, basándose en criterios biológicos.

En su primer discurso como el presidente número 47 de Estados Unidos, Donald Trump anunció este lunes que firmará una orden ejecutiva que establece que la política oficial de su administración será reconocer únicamente “dos sexos”: masculino y femenino.

“Esta semana pondré fin a la política gubernamental de intentar incorporar socialmente la raza y el género en todos los aspectos de la vida pública y privada. A partir de hoy, en adelante será política oficial del gobierno de Estados Unidos que solo haya dos géneros, masculino y femenino”, ha prometido duranta la ceremonia de investidura.

La identidad sexual de las personas será definida exclusivamente por los gametos que posean, es decir, por criterios biológicos.

Contexto y reacciones

Esta medida representa un cambio significativo en las políticas relacionadas con la identidad de género adoptadas en administraciones anteriores, que permitían mayor flexibilidad en el reconocimiento de identidades de género diversas.

El anuncio ha generado polémica y se espera que provoque intensos debates a nivel nacional e internacional, con grupos defensores de los derechos de la comunidad LGBTQ+ criticando la medida por considerarla restrictiva y discriminatoria. Por otro lado, sectores conservadores han aplaudido la decisión como un paso para “preservar los valores tradicionales” y proteger a las mujeres en áreas como el deporte y los espacios exclusivos por género.

La orden ejecutiva podría tener un impacto directo en políticas federales relacionadas con el acceso a servicios, beneficios gubernamentales, derechos laborales y otros ámbitos donde la identidad de género es un factor relevante.

Con esta decisión, Donald Trump establece una de las primeras directrices clave de su nueva administración, marcando un claro contraste con las políticas de inclusión adoptadas por administraciones previas. La comunidad internacional y los ciudadanos estadounidenses estarán atentos al desarrollo y las consecuencias de esta controvertida medida.