Gracias a la ayuda de una persona, estos sujetos fueron detenidos en flagrancia. (Foto: Captura de video)
Gracias a la ayuda de una persona, estos sujetos fueron detenidos en flagrancia. (Foto: Captura de video)

Un terrible caso de tráfico de menores se dio a conocer en Ecuador, luego que una pareja decidiera vender a sus dos menores hijas colocando un anuncio en las redes sociales. Esta acción fue impedida por las autoridades, quienes detuvieron a estos desnaturalizados padres.

El hecho se dio a conocer gracias a la colaboración de una persona, quien alertada por la publicación que encontró en Facebook, se hizo pasar por una posible compradora y coordinó la entrega de las niñas de 2 y 4 años, reveló .

El padre, de 64 años, y la madre, de 23 años, pedían la suma de 12 mil dólares a cambio de entregar a sus hijas.

Inmediatamente, avisó a la policía y en coordinación con la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), generaron el ambiente ideal para propiciar la captura.

La persona que contactó a estos padres pactó un lugar y una hora para realizar la transacción. Esto sirvió para que, a la llegada de la pareja y las niñas, las autoridades encargadas del caso los pudieran detenerlos en flagrancia.

El lugar de la entrega sería una zona conocida como Puerto Azul, en el distrito Los Ceibos, en Guayaquil, y se realizó el pasado 23 de marzo al mediodía.

Los sujetos fueron detenidos en el lugar y fueron puestos a disposición de las autoridades, mientras que las dos niñas fueron rescatadas y entregadas a un centro de acogida hasta que la justicia decida ponerlas en adopción.

Según declaraciones del comandante Hugo Zárate, encargado de la Región 8 de la Policía de Ecuador, los padres fueron encarcelados de manera preventiva a la espera de un juicio. Mientras tanto, la fiscalía presentó varias pruebas entre las que se cuenta el seguimiento a sus redes sociales y otras pruebas que evidencien el tráfico de menores.

Según las leyes ecuatorianas, esta pareja podría enfrentar una condena de 19 años de prisión efectiva, teniendo en cuenta que, además del delito, existe un agravante relacionado con el grado de parentesco de los victimarios con las víctimas.

“Estas personas son de bajos recursos económicos y venían a Guayaquil con el objetivo de vender a sus dos hijas y poderles dar una mejor calidad de vida, indican”, señaló el comandante Zárate.