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El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo este martes que obtuvo garantías de Ecuador de respetar los “valores democráticos” en medio del estado de excepción decretado por el presidente Guillermo Lasso para combatir la violencia del narcotráfico.
En el inicio de su primera gira a Sudamérica, que incluye una visita a Colombia, el miércoles y jueves, Blinken llegó a Quito horas después de que Lasso enviara a los militares a las calles para luchar contra el crimen organizado.
Las operaciones deben estar “muy centradas en lo que quieren lograr y tener una duración finita y, por supuesto, seguir y proceder de manera que defiendan los valores democráticos”, dijo Blinken después de conversar en la casa de gobierno con Lasso, un exbanquero que ganó las elecciones este año.
En ese sentido, destacó el apego del mandatario ecuatoriano con la democracia y garantías fundamentales. “Me aseguró que su gobierno está comprometido en mantener todos esos estándares, que son tan importantes para el pueblo”, anotó.
Lasso decretó el lunes el estado de excepción por 60 días en un Ecuador conmocionado por el repunte de la inseguridad y una crisis carcelaria sin precedentes, cuando también crece el descontento social por el alza de combustibles.
“Aplaudimos el trabajo que está haciendo para combatir la corrupción para lograr una reforma que beneficie a las personas en todo Ecuador de manera equitativa, y el trabajo que estamos haciendo juntos para combatir el narcotráfico y preservar nuestro medio ambiente y clima”, manifestó Blinken en la jornada, que terminó con un encuentro con la sociedad civil.
El miércoles dará un discurso sobre democracia en una universidad.
En una conferencia de prensa con el secretario estadounidense, su par Mauricio Montalvo señaló que Ecuador “va a necesitar cooperación no solo de Estados Unidos porque aquí estamos combatiendo una situación de delito transnacional”, incluyendo narcotráfico, lavado de activos y tráfico de personas.
Militares “para la guerra”
La ONG Human Rights Watch (HRW) sonó la alarma sobre la presencia en las calles de los soldados, que salieron a patrullar el martes en Guayaquil (suroeste) y otras ciudades.
“Las FFAA están entrenadas para la guerra, no para el control del orden público y la criminalidad. Esto debe ser excepcional, temporal, y estrictamente necesario o se prestará para graves abusos”, declaró por Twitter José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
Por largo tiempo Ecuador logró mantenerse al margen de la violencia del narcotráfico, pese a compartir fronteras con Colombia y Perú, principales productores mundiales de cocaína.
Sin embargo, vive una inusitada guerra de grupos rivales en las cárceles, que en lo que va del año deja 238 presos muertos.
Los decomisos de droga entre enero y octubre de 2021 alcanzaron el récord anual de 147 toneladas contra 128 toneladas de todo 2020, mientras que los homicidios intencionales subieron a casi 1.900 (once por cada 100.000 habitantes) frente a cerca de 1.400, respectivamente.
Se espera que Washington entre en una etapa de estrecha cooperación con Ecuador bajo el mandato de Lasso, que ha profesado su cercanía con la primera potencia, tras las difíciles relaciones durante la década del gobierno del izquierdista Rafael Correa (2007-2017), aunque mejoraron con su sucesor Lenín Moreno (2017-2021).
Colombia, la próxima parada
En Colombia, aliado histórico de Washington, Blinken se reunirá el miércoles con el presidente Iván Duque.
Ambos gobiernos mantienen una relación cordial, pese a los llamados de miembros del Partido Demócrata del presidente Joe Biden para que la Casa Blanca se pronuncie con más fuerza contra la brutalidad policial durante una inédita ola de protestas.
Duque es el principal apoyo de Estados Unidos en su cruzada contra el gobierno de Nicolás Maduro. El mandatario colombiano mantiene una política de puertas abiertas con los cientos de miles de migrantes que huyen del desastre económico en Venezuela.
El viaje de Blinken coincide con la extradición a Estados Unidos desde Cabo Verde del colombiano Alex Saab, considerado el mayor testaferro de Maduro y quien estaría implicado en el desvío de millones de dólares destinados a comida y ayudas para los venezolanos.
Además de democracia y narcotráfico, Blinken quiere promover el mensaje contra la crisis climática de la administración Biden.
También prevé reunirse con ministros de la región para hablar sobre migración, en medio de un alto flujo de haitianos que buscan iniciar el largo viaje a Estados Unidos desde el sur del continente, pasando por Colombia y Panamá.
Fuente: AFP
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