Satoko Nagamura preparando el almuerzo para su hijo, en su casa en Tokio. (Foto de Yuichi YAMAZAKI / AFP)
Satoko Nagamura preparando el almuerzo para su hijo, en su casa en Tokio. (Foto de Yuichi YAMAZAKI / AFP)

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, prometió el viernes un aumento de las prestaciones familiares y de los importes de las licencias parentales, subrayando que sólo queda una “última oportunidad” para intentar detener el drástico declive de la población japonesa.

Casi un 30% de los 125 millones de habitantes de Japón tienen 65 años o más, un récord mundial después de Mónaco. Y el número de nacimientos en el país cayó en 2022 por debajo de los 800.000, un nivel mínimo desde que comenzaron a realizarse estas estadísticas, en 1899, y casi dos veces menos que hace 40 años, según cifras gubernamentales publicadas a finales de febrero.

“Dentro de seis o siete años, será la última oportunidad para invertir la tendencia descendente de la natalidad”, advirtió el viernes Kishida en una conferencia de prensa sobre las nuevas medidas del gobierno en este frente.

“Quiero crear una sociedad en la que los jóvenes puedan casarse como quieran, y en la que todos los que lo deseen puedan tener hijos y criarlos sin estrés”, añadió.

Kishida propone aumentar las prestaciones para la primera infancia, velar por mejorar los salarios de los jóvenes y reducir la carga del coste de los estudios para las familias.

El gobierno japonés también espera aumentar la tasa de uso de la licencia de paternidad al 50% en 2025/26 y al 80% en 2030, en comparación con el 14% de 2021.

Para ello, tiene la intención de ofrecer indemnizaciones a las empresas para fomentar la utilización de esta licencia, y aumentar los importes de la licencia parental si ambos padres la utilizan.

El gobierno debería detallar su plan de promoción de la natalidad en junio.

Fuente: AFP