Nueva York. [EFE]. La británica Ghislaine Maxwell, acusada en Nueva York de ayudar al magnate financiero Jeffrey Epstein en una trama de abuso sexual a menores, tendrá que permanecer entre rejas durante el proceso judicial al que se enfrenta, al denegar una juez de Manhattan su libertad bajo fianza.
”Ninguna combinación de condiciones podría razonablemente asegurar la presencia de la acusada en la corte”, dijo este martes la juez Alison Nathan en la vista, que enumeró para su decisión las tres nacionalidades que tiene Maxwell, sus importantes recursos financieros y sus conexiones internacionales.
Asimismo, Nathan señaló que el riesgo de la acusada de contraer el coronavirus en prisión, que había planteado la defensa, no es razón suficiente “por sí sola” para conceder una libertad bajo fianza, y subrayó que los 35 años de cárcel a los que se enfrenta son otro factor a tener en cuenta ante la posibilidad de fuga.
”Los riesgos simplemente son demasiado grandes”, apuntó la juez.
Maxwell, de 58 años, tendrá que permanecer en prisión por lo menos un año, ya que la togada dictaminó, asimismo, que el juicio contra la socia de Epstein, que se estima se alargará unas 3 semanas, empezará el 12 de julio de 2021 mientras que la acusación y la defensa preparan sus casos.
Maxwell compareció en la vista de forma remota a través de una videoconferencia e intervino solo para declararse inocente, mientras que apenas reaccionó a la decisión de la juez.
El fallo de Nathan se produce 12 días después de que Maxwell fuera detenida en una mansión en el estado de Nueva Hampshire (EE.UU), tras lo que fue trasladada a un centro de detención de Brooklyn luego haber estado en paradero desconocido.
La defensa había solicitado la libertad para Maxwell a cambio del pago de una fianza de 5 millones de dólares y bajo la condición de que permanecería en confinamiento domiciliario con un aparato de rastreo, mientras que había expuesto el riesgo al que se enfrentaría Maxwell de permanecer encarcelada por el coronavirus.
Además, su equipo sostiene que si la británica quisiera huir de la justicia de Estados Unidos ya lo hubiera hecho.
Según dijo en la vista este martes su abogado Mark Cohen, Maxwell ha hecho “lo opuesto a esconderse”, puesto que “estaba viviendo en una casa en EE.UU.”.
Maxwell está acusada de cuatro delitos relacionados con su “papel” en la presunta trama de abusos sexuales a menores en torno al magnate, hace unos 25 años, y dos cargos de falso testimonio a la Justicia, más recientes.